jueves, 25 de agosto de 2016

Joyas literarias

Hay libros que no solo cuentan una historia sino que transmiten emociones y dejan una huella. Están llenos de frases que te hacen pensar y consiguen arrastrarte a su interior aunque no tengan nada que ver contigo. Es el poder mágico de la escritura, aunque pocos escritores poseen el don de hacer magia con las palabras. Leer uno de esos libros es como descubrir un tesoro.

Manual para mujeres de la limpieza de Lucia Berlin  ha supuesto todo un hallazgo, había leído muy buenas críticas pero por las sinopsis no estaba segura de que me fuese a gustar. Sin embargo este libro es el ejemplo de que con la buena literatura lo que importa no es lo que se cuenta sino cómo se cuenta y la manera de narrar de Lucia Berlin es maravillosa. Son relatos independientes, pero que al mismo tiempo se relacionan entre sí para dar una idea global de la historia, como las piezas de un puzle. Los personajes, con sus defectos (evidentes), se convierten en seres reales, magnéticos, entrañables, con los que se ama, se sufre y se siente cada recuerdo. Una escritora genial.

"La historia, de hecho, ni siquiera está escrita todavía. Sin embargo, aspiro a que, a fuerza de minuciosidad en el detalle, esta mujer les resulte tan creíble que no puedan evitar compadecerla".

«Ramas cargadas de nieve se quiebran y crujen sobre mi tejado, y el viento estremece las paredes. Acogedor, sin embargo, como estar en un barco recio, una gabarra o un remolcador"

"Ojalá hubiera un autobús al vertedero. Íbamos allí cuando añorábamos Nuevo México. Es un lugar inhóspito y ventoso, y las gaviotas planean como los chotacabras del desierto al anochecer. Allá donde mires, se ve el cielo. Los camiones de basura retumban por las carreteras entre vaharadas de polvo. Dinosaurios grises."

El Camino Estrecho Al Norte Profundo, de Richard Flanagan, Premio Booker 2014, fue una novela que me recomendó la Señora y que merece la pena, aunque es un libro que cuesta, a veces mucho, pero eso no le quita mérito a la narración. No es fácil, es duro, desgarrador, hay crueldad, pero tampoco podía ser de otra manera porque es un libro sobre la guerra, sus horrores, la lucha por la supervivencia, por seguir un día más, y no se puede escribir sobre ese tema en serio y esperar que el resultado sea una obra de lectura ligera. La guerra es algo que te marca, que te cambia la vida. Hay amor, sí, pero el romance sirve para enfatizar aún más los contrastes; también el amor se convierte en un fantasma de la guerra.

"Nothing endures. Don’t you see? That’s what Kipling meant. Not empires, not memories. We remember nothing. Maybe for a year or two. Maybe most of a life, if we live. Maybe. But then we will die, and who will ever understand any of this?" 
"Nada permanece. ¿No lo ves? Eso es lo que Kipling quería decir. Ni imperios, ni recuerdos. No recordamos nada. Tal vez durante uno o dos años. Tal vez casi toda la vida, si vivimos. Pero entonces moriremos, ¿y quién comprenderá algo de esto?"

The Duchess of Bloomsbury Street de Helene Hanff es otra pequeña joya. Helene Hanff escribe sobre lo que le pasa y en eso no tiene parangón; es dulce, con un sentido del humor nada dañino y su lenguaje fluye y engancha, consigue que el lector se identifique con ella desde las primeras líneas y que comparta experiencias y emociones. Sus palabras poseen voz, en realidad no se leen sino que se escuchan, la misma Helene Hanff narra su historia, le da su entonación, sus inflexiones, el murmullo de su tono suave y pausado, como quien cuenta un cuento mientras el oyente mantiene la atención para no perderse ni una coma. ¿El argumento? La crónica de un viaje. Tras años de querer conocer Londres, Helene Hanff finalmente logra su deseo a raíz de la publicación, y el éxito, de su novela epistolar y autobiográfica 84, Charing Cross Road. El trato que recibe es tan magnífico que se nombra a sí misma la Duquesa de Bloomsbury St (lugar en el que se encuentra su hotel). Durante su estancia lleva un cuaderno en el que narra el día a día del viaje, habla de la gente que conoce y los sitios que visita, todo de forma amena y concisa; ese cuaderno es este libro y es una auténtica delicia.

“I tell you, life is extraordinary. A few years ago I couldn’t write anything or sell anything, I’d passed the age where you know all the returns are in, I’d had my chance and done my best and failed. And how was I to know the miracle waiting to happen round the corner in late middle age? 84, Charing Cross Road was no best seller, you understand; it didn’t make me rich or famous. It just got me hundreds of letters and phone calls from people I never knew existed; it got me wonderful reviews; it restored a self-confidence and self-esteem I’d lost somewhere along the way, God knows how many years ago. It brought me to England. It changed my life.” 

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