domingo, 31 de julio de 2011

La evolución de la especie

Tener una hermana pequeña a los 10 años de edad no significa que tus padres te hayan regalado una muñeca de carne y hueso con la que jugar y disfrutar. En realidad es todo lo contrario, has adquirido el estatus definitivo de niñera ayudante. Se trata de un puesto "honorario", que nunca tuviste intención de solicitar, aún sin saber lo que implicaba, en el cual no hay juegos sino responsabilidades. Fue la puntilla para terminar de aniquilar mi escaso instinto maternal (si es que alguna vez tuve alguno, cosa que dudo). Afortunadamente contaba con mi hermanísima de 9 años, cuya vocación de madre no se vio en absoluto afectada por esta circunstancia (genéticamente le había tocado todo el instinto que a mí me faltaba). Nos dedicamos, ella más que yo, a cambiar pañales, pasear a la criatura y, fracasamos estrepitosamente en la misión imposible de calmar sus lloros. Aún los recuerdo y, si en algún momento ha tratado de brotar en mí algún deseo de tener hijos, esa memoria lo ha arrancado de cuajo de mi cerebro. De tanto mecerla y darle meneos en el culo para tratar de acallarla, sin ningún éxito, la niña ahora goza de un trasero perfecto que no se verá afectado, jamás, por la fuerza de la gravedad. Ni en el mejor balneario le habrían aplicado un tratamiento como el nuestro y, claramente, la eficacia gana si se hace desde la cuna. Mi madre afirma que el pequeño es el que más se disfruta. Estoy segura de que, para ella, así fue.
Aunque fue la última en llegar, no por ello iba a ser la última en opinar. Legalmente no podía votar hasta los 18 años. Estoy convencida de que si, con 4 años, hubiese podido discutir ese punto con el presidente de turno, la constitución tendría una cláusula al respecto. Hasta a su pretendiente infantil le dejó muy claro en párvulos que ella no estaba para esas chiquilladas. Ni siquiera la madre del enamorado niño fue capaz de ablandarla. Si actuaba por convicción, era inasequible al desaliento. Además de ser guapa, lista y decidida, era sociable hasta límites sólo superados, en contadas ocasiones, por mi otra hermana. ¡Grumpy vivía rodeada de seres encantadores! Su facilidad para entablar conversación implicaba que, el conductor del autobús 45 con todo el pasaje que solía ir en él a la salida del colegio, estaban perfectamente informados, y al día, de nuestra vida, obra y milagros (otra de nuestras funciones era recogerla a la salida de clase).
Con la edad las diferencias se matizaron. Fue mi paño de lágrimas en más de algún disgusto amoroso (mi mal ojo no me hacía fijarme en candidatos idóneos, que se diga). Gracias a su criterio selectivo, demostrado desde su más tierna infancia, aprendí a escoger mejor y ahora tengo un "beautiful person" en casa, lo que no está mal para una "old grump".
Por supuesto que discutimos, es inevitable con nuestra dulce personalidad, pero también es cierto que se nos olvida de una vez para otra. No puedo evitar pensar que menos mal que tengo dos hermanas de las que he podido aprender cómo convivir con el resto del mundo. No sé que habría sido de mí sin ellas. Si yo lo veo así, no me quiero ni imaginar la opinión de los que me rodean, que no me admiran precisamente por mi don de gentes ¡pobrecillos!

viernes, 22 de julio de 2011

Cocina Mexicana

Como somos muy aficionados al picante, tanto en casa como fuera, procuramos hacer escapadas a Restaurantes mexicanos.
En casa, lo más socorrido para darle un toque mexicano al plato son las especias para Guacamole de Old El Paso. Sirven para todo, no sólo para el guacamole: ensaladas, pollo, sopas, pescados... y según la cantidad utilizada, el resultado será más o menos picantes.
La receta base del Guacamole sería:
1 aguacate (ó 2 si son pequeños)
Zumo de 1 ó 2 limas (según la cantidad de zumo)
1 cucharada de las especias mencionadas. Los amantes del picante pueden añadir más, los que les guste menos, tendrán que poner algo más de sal.
Para que quede más ligero o ampliar la cantidad se puede batir además 1 tomate maduro.
Un poco de cebolleta picada (se puede batir con el aguacate directamente), al gusto.

Sobre esta receta base se puede hacer:
Tartar mexicano: Al guacamole de 1 aguacate, zumo de 2 limones, 1 cebolleta y 1 sobre entero de especias, ya batido, se le añade 500 gr de carne picada con poca grasa, de ternera. Al gusto se puede poner un poco de Ketchup y cilantro fresco picado.
Guacamole con cangrejo: a la receta del guacamole, sin tomate, se le añade ketchup y una lata escurrida de cangrejo (del de verdad). Se pone sobre una cama de lechuga, y si se quiere con un poco de maíz y listo. Esta mezcla también está muy buena para rellenar lonchas de salmón marinado y hacer rollitos.
Ensalada de garbanzos: Un frasco de garbanzos, zumo de limón, tomate en cubos, pepino, especias de guacamole, un chorro de ketchup y una lata de cangrejo (también se pueden usar restos de pollo asado)
Ceviche: Para esto sirven tanto las gambas, que pueden ser de las congeladas, como el pescado, es frecuente que se use emperador o mero, o una mezcla de ambas. Añadir zumo de lima o limón, ketchup y especias. Según se quiera, además poner cebolleta, un poco de tomate en cubos, pimiento rojo y verde, maíz e incluso aguacate.

Dentro de los restaurante mexicanos comentar:
Restaurante Coyoacán: en Las Rozas Village. Se puede comprar la comida para llevar, y eso es lo que hice un día. Como a Antonio le gustó mucho, conseguí llevarle hasta allí para comer. Tienen cerveza Negra Modelo (una de mis favoritas). Entre los platos más recomendables: Fajitas flambeadas al tequila (el tequila al quemarse adquiere un sabor que recuerda al jerez, muy rico y ya sin alcohol), mejor las de pollo porque la ternera se queda algo seca. El plato que más me gusta es el solomillo Huitlacoche. El huitlacoche es el hongo del maiz, y es delicioso. En este plato hacen una salsa con él, sobre los filetes de solomillo cocinados al gusto de cada uno (poco hecho en mi caso) y está tan bueno, que aunque no pique, es mi favorito. La ensalada de nopales (cactus) también está muy buena, y es enorme (en general todas las raciones son grandes en este sitio), y el mole lo hacen también muy rico (que no todos los moles resultan igual de buenos). Los postres, sobre todo el pastel de Elote, están también muy bien. Tiene además un menú al mediodía por menos de 10 euros, con varias opciones, que está muy bueno. Relación calidad-precio inmejorable.
Órale Compadre: conozco 2 de esta cadena, en Padilla y en Pozuelo. El de Pozuelo es más amplio y más vacío, así que mejor. Además fueron muy amables. Tomamos la ensalada de Nopales, que me gusta más en el Coyoacán, unos sopecitos con huitlacoche (buenísimos) y unas fajitas con carne de ternera (algo así como arriache, que decían que era muy sabrosa, como efectivamente resultó). Las tortillas de maíz, pequeñitas, estaban buenísimas. De este sitio, me gusta mucho el Aguachida (o algo que suena parecido), que es una ensalada tipo carpaccio casi, de pepino y gambas con especias picantes y zumo de limón. Como solo la tienen en temporada, aún no la había en el menú (lástima).
A todo Mexico: En la C/ San Bernardino. No sé si fue el primer mexicano. Aunque hace mucho que no voy, la comida estaba muy buena. Tenían un surtido de antojitos de aperitivo, muy ricos. Me gustaba mucho un plato, que recordaba a una lasaña, aunque en vez de pasta eran chiles, con capas de carne entre medias. Picaba pero sin abrasar.
La leyenda del Agave: En este ha estado mi hermano, y dice que está muy bien. Tienen fama sus margaritas (al que le gusten)
Tengo que ir a la Taquería del Alamillo, que tiene fama de ser el mejor mexicano de Madrid, pero sin pretensiones. Lo que pasa que pilla por el Centro y eso resulta un poco incómodo.

Para comprar comida mexicana:
La Panza es lo Primero o tb Barriga Llena (son la misma cadena), generalmente voy a la tienda-restaurante de Chueca, en la C/ Augusto Figueroa: Además de restaurante, en el que no he estado, aunque ya iré porque siempre que he comprado algo han sido muy amables, tienen nopales (a veces también los consigo en Mexico en el Corte Inglés), y huitlacoche y similares.
En la C/ Lagasca, entre Jorge Juan y Goya, hay una tienda de artesanía mexicana, con cosas muy bonitas, que también tiene un buen surtido de productos de alimentación. Curiosamente el dueño se llama Jorge Juan, lo que le genera algún problema a la hora de hacer pedidos, al tener la calle del mismo nombre tan cerca.
Espero que os guste.

lunes, 18 de julio de 2011

Grumpy but gorgeous


Aunque ya se sabe que en esta familia hay mucho guapo, algunos hemos tenido que hacer un master en eso de sacarse partido para que al menos no fuésemos "la prima fea". Como estos trucos pueden ser útiles a la hora de prepararse para una boda, aquí os mando algunos para que experimentéis. He quitado a algunos de los destinatarios (lease mi marido y cuñado entre otros, que no les veo embelleciéndose), así que si usáis este correo para reenviar, habría que reincluirlos)
1. Aspirina: Se le ponen unas gotas de agua con lo que se consigue una pasta que va muy bien para secar granos, calmar rojeces (ejemplo si alguien se tiene que depilar cejas u otros pelillos faciales), también disminuye las bolsas de los ojos.
2. Perejil: Se machaca con unas gotas de agua (sirve también algo de aceite para los de piel seca), se pone la pasta esa verde por toda la cara y se espera que se seque, luego se quita con una exfoliante para evitar que se quede verde (que no se trata de ir a la moda de Shreck, luego en carnaval, si queréis...). Tiene mucha vitamina C (más que cítricos y similares) con lo que da luminosidad y además aclara manchas.
3. En caso de párpados irritados, sobre todo en la zona de las pestañas, calma mucho un poco de Ac bórico o también de bicarbonato en polvo, se pone un poquito en la yema del dedo, y se pasa por la línea de las pestañas con los ojos cerrados. Para los alérgicos va muy bien, se toleran mejor las sombras.
4. No uséis un maquillaje más de 2 tonos más oscuros que vuestra piel, o parecerá una máscara. Extendedlo también por el cuello para evitar líneas. Un par de minutos delante del congelador, abierto claro, ayudará a fijarlo.
5. Para hacer los labios más carnosos (en eso tengo suerte), hay que perfilarlos en un lápiz del mismo tono del pintalabios justo por fuera de la línea del labio, y hacer otro perfilado por el borde externo del primero, con un lápiz color carne clarito (eso hace que ganen volumen) o también con uno de esos que hay de silicona que evitan que se corra el pintalabios. Poned un poco de base en los labios, de la misma que uséis para el maquillaje, yo tengo el Lisse Minute de Clarins, que alisará los labios y fijará el pintalabios, para más volumen, dadles un toquecito de polvos (en fin, no de esos que están pensando unos pocos). Una vez pintados, haced líneas radiales, de fuera a dentro, con el perfilador de color, salvo en el centro del labio inferior, donde para dar un efecto "partido" (tipo Angelina Jolie), hay que hacerlo del centro hacia fuera pero sin llegar al borde. Fácil ¿eh?. Eso sí, los de labios finos usad pintalabios con brillo y no muy oscuros, que dará más volumen.
6. Con un corrector muy clarito, dad un toque justo encima y debajo del punto más alto del arco de las cejas, lo que da aspecto de más descansado. También haced una línea vertical muy fina por el centro de la frente y de la barbilla (y fundir con el maquillaje), ayuda a dar luz. En la unión de la órbita con la sien, también hay que poner un pequeño toque, así como en el ángulo de la mandíbula (difuminad bien, que no se debe ver un pegote)
7. Para salir más enmarcados en las fotos, dad un poco de polvos de efecto bronceado o de los que uséis para resaltar el pómulo (pero no muy oscuros, que no se trata de conseguir un efecto barba), en la zona del cuello, como para dibujar la mandíbula.
8. Las sombras de ojos elegidlas a tono con el vestido. Dad la más clara por todo el párpado y después aplicad las oscuras y difuminad para mezclar, para más luz, dad un toque de claro justo en el centro del párpado móvil, al final de todo. Usad rimel negro, porque el marrón entristece la mirada.
De momento ya tenéis para practicar. Si se me ocurre alguno más ya os diré.
Besos

domingo, 17 de julio de 2011

DIETA SANA (1500 cal.)


Dentro de las recomendaciones médicas, ya sabéis que intento controlar la cintura de mi padre, así que ¿Qué mejor idea que colgar en el blog una dieta sana y equilibrada? Nada de esos destrozos metabólicos que suponen muchas de las dietas que circulan por ahí, sino algo que enseñe a comer y combinar alimentos. No es una dieta estricta que obligue a sus víctimas a morirse de hambre. 


DIETA 1500 CAL

REGLAS GENERALES
Correspondería a: 174 gr de hidratos, 45 gr de lípidos y 100 gr de proteinas. Fibra. 

ACEITE PARA TODO EL DÍA: 20 gr (2 cuch soperas)
Edulcorante: Sacarina
Alimentos cocinados de forma sencilla: cocción, plancha
Se pueden tomar todo tipo infusiones y caldos bien desgrasados
Prohibido el alcohol y las bebidas refrescantes, sólo una vez al día Coca-cola Light o similar.
El peso de los alimentos se refiere a crudos y limpios: sin cáscara, huesos...
Dos veces por semana se sustituirá el pescado o la carne por 2 huevos en tortilla, cocidos, al plato...
Se puede usar vinagre, limón, especias sin problemas 


Se deben tomar vérduras mínimo 1 vez al día
Mínimo 3 piezas de fruta al día, y una debe ser cítrico.
LEGUMBRE 2 veces por semana
PASTA Y ARROZ no más de 3 veces por semana.
Sobre el siguiente menú hay que aplicar las equivalencias que escribo después del mismo. He puesto varios ejemplos pero siempre se pueden combinar más verduras para hacer diferentes guisos, o con las legumbres.


DESAYUNO
Leche descremada 200 cc con o sin café, té o malta. Pan integral 20 gr. Fruta 150 gr naranja.
Tb 200 cc leche con 40 gr cereales y fruta.
MEDIA MAÑANA
Infusión.
Pan integral 20 gr. Queso de Burgos 30 gr o queso descremado (están bastante bien los quesitos desnatados de Sveltesse o la Asturiana, que son cuadrados). Manzana 100 gr.
COMIDA (pongo varios ejemplos, a escoger "sólo" uno)
A) Acelgas 200 gr.Filete de vaca 200 gr.Arroz blanco 20 gr. Pan integral 20 gr. Fruta 150 gr naranja.
B) 100 gr alcachofas con 75 gr patatas o 200 gr alcachofas con 25 gr patata. 300 gr pollo. 20 gr pan y 150 fruta.
C) 35 gr macarrones con 200 gr salsa tomate que sustituye al pan. 200 gr pescado azul. Fruta
D) Cocido con 45 gr garbanzos, 100 gr repollo, 25 gr patata. Carne 200 gr o pollo 300 gr (puede ser del cocido) Fruta.
MERIENDA
Leche descremada 100 cc (+ café, té o malta). Fruta 150 gr naranja. Pan integral 20 gr.
CENA
a)Sopa con 40 gr fideos. Pescadilla 150 gr. Lechuga 300 gr. Pan integral 20 gr. Fruta 150 gr naranja.
b) sopa con 40 gr arroz. Tortilla francesa 2 huevos. Pan 20 gr o 200 gr tomate natural. Fruta 150 gr naranja.
c)200 gr alcachofas con 50 gr patata. 200 gr carne picada (hamburguesa). 20 gr pan integral o 300 gr lechuga. Fruta.
d) Ensalada con 150 lechuga y 100 gr tomate. 200 gr jamón York o serrano. 150 gr patata. 20 gr pan integra. 150 gr fruta tipo naranja o equivalente.
ANTES ACOSTARSE
200 cc leche descremada o 1 yogur o Actimel.


EQUIVALENCIAS 

1) VERDURAS: 200 gr acelgas equivalen a:
200 gr escarola, apio, berro, coliflor, repollo, espárragos, espinacas, judías verdes puerros, rábanos, tomates y setas
300 gr pepino y lechuga
100 gr alcachofas, zanahorias, coles Bruselas, pimientos, remolacha y cebolla
70 gr guisantes y habas verdes
50 gr patatas 


2) FRUTA: 150 gr naranja
150 gr mandarina, melocotón, albaricoque, fresón, granada
100 gr manzana, pera, ciruelas, cereza, piña
300 gr melón, sandía
75 gr plátano, úvas, brevas e higos 


3) CARNE Y PESCADO: 200 gr filete vaca
200 gr ternera, caballo, jamón York, jamón serrano sin tocino, queso descremado
300 gr pollo (SIN PIEL), conejo, perdiz
300 gr rape, merluza, pescadilla, mero, gallo, besugo, salmonete, bacalao fresco, gambas o marisco, truchas, dorada, lubina, calamar
200 gr sardinas, salmón, boquerones y pescado azul 


4) HIDRATOS: 40 gr fideos crudos
40 gr pasta italiana, arroz, sémola, harina
50 gr lentejas, garbanzos, judías
150 gr patatas
60 gr pan integral


EQUIVALENCIAS ENTRE GRUPOS
1- 200 gr acelgas equivalen a:
15 gr de pasta o arroz 20 gr de legumbres, 50 gr patata o 20 gr pan integral
2- 20 gr pan integral equivalen a:
50 gr de patata o una fruta de 100 gr tipo naranja. Tb 40 gr de All-bran plus y 30 gr de All-bran flakes.
3- 20 gr arroz equivalen a:
25 gr lentejas, 75 gr patatas o 30 gr pan integral.
4- 200 gr acelgas y 25 gr de patata equivalen:
45 gr lenteja, 35 gr de arroz o 125 gr patata.
5- 200 cc leche descremada equivalen a 1 yogur descremado o Actimel o 25 gr de queso Burgos o descremado.

 

viernes, 15 de julio de 2011

El Reservado

Además del trajín hospitalario de costumbre, esta semana hemos tenido, ¡al fin!, la cena de despedida de nuestra compi que ha decidido emigrar. Eso sí, el evento ha tenido lugar en esta ocasión sin la asistencia de las auxiliares. Salvo una, la más discreta y esta casi por pura casualidad, ninguna más se enteró de los planes. Como todo se organizó en mi semana de vacaciones no soy responsable, en absoluto, de ese lapsus informativo. De todos modos mejor así, porque con lo quemada que he terminado al respecto de las comidas "oficiales" podría haber desencadenado algún tipo de conflicto. Esta vez no estaba dispuesta a realizar ninguna concesión a la vía diplomática, sino a exponer una política de hechos consumados de "esto es lo que hay, y el que quiera que se apunte y el que no que se calle". Creo que las vacaciones no sirvieron para calmar mis ánimos pero, después de tener a los obreros en casa buscando la Capilla Sixtina en mi cocina, tampoco es de extrañar.

El caso es que, sin la presencia ni la opinión de las auxiliares, nos fuimos a cenar al Reservado de Decuatro. Es un sitio muy pequeño, que se llama El Reservado precisamente porque lo reservan sólo para un grupo (que suele oscilar habitualmente entre 8 y 20 personas). Está decorado como si fuese un salón-comedor de una casa, muy acogedor, íntimo y cómodo. Puedes elegir entre el menú reducido: entrante, a escoger 2 primeros, 2 segundos y 2 postres (cambian por mes), u optar por el menú degustación, donde no escoges sino que te traen una media ración de cada uno de los platos. Esto es lo que hicimos y aquí va un resumen de lo que tomamos. De entrantes: canapés de hummus, empanadilla criolla, brocheta con soja y guacamole. De primer plato gazpacho y tallarines con gambas (los tallarines en sí no tenían más gracia que las gambas, que eran realmente muy buenas), seguido de plato principal por tataki de atún (perfecto) y solomillo ibérico con torta del Casar. Postre (lo mejor junto con el tataki): semifredo de queso (lo llamaban tarta, pero en realidad era sólo la crema) con frambuesas y semifredo de chocolate (este se supone que era un pastel, pero idem de lo mismo) con helado de pistacho.

Entre retrasos de llegadas, charlas y comida salimos tardísimo. Para colmo el viernes me tocaba consulta sobrecargada de revisiones. En la sesión previa estuve a punto de abrirme las venas, porque lo de concretar e ir al grano no es algo que forme parte de la practica habitual, sino que parece mejor idea que todo el mundo exprese su opinión antes de tomar una decisión, cuando se alcanza, lo que, en ocasiones, puede resultar desesperante, sobre todo cuando ya se llega tarde a la consulta y se es algo obsesivo con la puntualidad.

lunes, 11 de julio de 2011

Restaurantes Hindúes

Ayer nos fuimos al Teatro Alfil a ver la función de Stradivarias, que estuvo genial. La función se nos pasó volando y no paramos de reírnos. Tienen página web con un trailer de su actuación, que merece la pena ver, y estarán este mes en el Teatro. Realmente merece la pena.
Después de la función, nos fuimos a cenar. Como estábamos cerca de Plaza de España, decidimos escoger un restaurante por la C/ San Bernardino, que los tiene puerta con puerta, y de todo tipo de variedades. Estuvimos dudando de si "A Todo Mexico" o "Adrish" (uno enfrente del otro). Finalmente, y como hace mucho que no comemos comida india, nos decidimos por el segundo.
La cocina hindú está buenísima y es muy variada, y no todo pica. Tienen muchos platos de verduras, entre los acompañamientos, además del arroz, también usan las lentejas, cocinadas con hierbas y especias. Para acompañar los platos picantes, de bebida conviene pedir Lassi (un batido de yogur que puede ser natural o con mango, dulce o salado) que calma la boca del ardor, pero sin cubrir el sabor, y que además está muy bueno.
De entrante nos pedimos Raita, que es una ensalada suave de pepino y yogur. Ligera y muy buena. Son bastante típicas las Samosas (empanadillas de masa fina rellenas de verduras, fritas) y las Pakoras (verduras rebozadas y fritas), pero preferimos algo más ligero.
Después pedimos un arroz con frutos secos para acompañar (arroz pilaf es el que usan). Estaba muy suelto y bueno, pero la mezcla de frutos secos que le pusieron no nos terminó de convencer, en ese sentido está mejor en el Annapurna, que le ponen pasas, cebollita y piñones, y les queda delicioso.
Antonio se pidió un Vindaloo, que es uno de los curries más picante. Dentro de los curries los hay más o menos picantes, desde el Pasanda y el Korma (con leche de coco) que no pica y es muy cremoso, pasando por el Balti, Rogan Josh y el Tikka Massala (picor medio), al Karai, Madrás y Vindaloo, sólo aptos para adictos y habituados al picante. De todos modos, en España, incluso los más picantes están suavizados.
Yo pedí un tandoori, en concreto Pollo chap. Lo que hacen es marinar la carne en yogur con especias (sobre todo hierbas), no son platos picantes, y en mi caso también almendras, y luego lo cuecen despacio en el horno tandur, que es un horno típico hindú de arcilla. Se queda una costra por fuera y luego está blandito y sabroso por dentro. Los tandoori son mis platos favoritos dentro de la comida india, porque los curries suelen llevar bastante pimentón y me van menos, y eso que me encanta el picante. Esta versión de pollo chap estaba buenísima, y al parecer es el único restaurante de Madrid que lo sirve, así que merece la pena.
Los postres indios suelen ser dulzones y cuando los hemos probado no nos han convencido, así que como las raciones eran generosas, pasamos sin postre.
Dentro de los restaurante hindúes, en Madrid hemos probado el Annapurna, el Ganges y el Adrish (ayer). Los tres están buenos. El Annapurna es el más occidentalizado, y para el no iniciado, seguramente sea la mejor opción para probar esta comida. El Ganges es el más auténtico para mi gusto, son además muy atentos y se preocupan por hacer las cosas a tu gusto. Su decoración es como de templo hindú, así que la experiencia india es completa también visualmente. Es el que más me gusta de los tres. El Adrish de ayer también estuvo bien, aunque el vindaloo menos picante de lo que debería, pero el pollo tandoori estaba exquisito, así que para tomar ese tipo de platos merece la pena, además el servicio es muy rápido y son atentos.
Además de los madrileños, estuvimos en un Hindú en Ginebra, cerca de la estación, que también nos gustó, y en un Pakistaní en Estocolmo, que de todos los que hemos probado es el preferido de mi querido esposo (en la parte de la ciudad vieja), ya que allí sí que le pusieron un picante como debía. Con aquel Vindaloo empezó a sudar desde la primera cucharada, pero como el sudor es proporcional al disfrute que saca con el buen picante, aunque terminó como si saliese de la ducha, como era una ducha de satisfacción, se fue de allí tan contento. Si volvemos a Estocolmo tendremos que repetir. Creo que estaba en la calle Lilla Nygatan. En San Francisco también estuvimos en uno, que estaba en Embarcadero, en el piso de arriba del Centro Comercial, al lado de los cines, y resultó muy bueno y agradable.
Así que en resumen, dentro de la cocina hindú:
Recomendable el Tandoori, que además no pica.
Los curries tienen distinto nivel de picante, para elegir.
Los panes típicos son los nan, que no tienen levadura, y pueden ser sencillos o rellenos con queso y frutos secos. También hay un pan de lentejas muy rico. Las lentejas se usan de acompañamiento frecuentemente.
Lassie de bebida si se toma picante.
El arroz pilaf es suelto y suave, puede ir solo, con verduras o frutos secos.
Espero que os guste.


domingo, 10 de julio de 2011

Recetas Hindúes

Para completar el post de ayer sobre cocina hindú, aquí os pongo algunas recetas (encontradas por Internet, aunque al final de cada uno os he puesto una nota para hacer la versión simple). Espero que os gusten.

POLLO TANDOORI 
(la receta es del chef David Lebovitz, luego cada uno puede variarla al gusto). Para 4 personas:

Ingredientes:
1/4 cucharadita de azafrán
1 cucharada de agua hirviendo
8 muslos de pollo sin piel (o contramuslos)
1 cucharadita de sal
1 cucharadita de comino molido*
1 cucharadita de semillas de cilantro tostadas y molidas* (el que no le guste puede poner alguna hierba o tb granos de pimienta)
1 cucharadita de canela*
1/2 cucharadita de paprika o pimentón*
1/2 cucharadita de cúrcuma*
2 cucharaditas de chile en polvo*
El jugo de un limón
1 cucharada de gengibre picado*
2 dientes de ajo picados 

Nota: Todo lo marcado con (*) puede sustituirse en conjunto por un par de cucharadas de curry, sin más complicación, del tipo que más os guste, o si queréis la versión mexicana del plato, por las especias de Guacamole de Old El Paso (que a mí me sirven para casi todo lo picante. Es cierto que la mezcla para Tacos se parece mucho más al curry, y precisamente por eso no sabe muy mexicana, así que también sería una opción, pero más bien de la versión Hindú)


Elaboración
Remojar el azafrán en el agua hirviendo por 5 minutos.
Hacer tres cortes profundos en cada muslo de pollo.Poner el pollo en un tupper o en una bolsa grande. Agregar el resto de los ingredientes al pollo, incluyendo el azafrán y el agua. Mezclar bien hasta cubrirlo por completo y tapar o cerrar la bolsa. Refrigerar una noche.
Horno 180º. Unos 20 min hasta dorado por un lado, y darle la vuelta para que también coja color por el otro, de 15 a 20 minutos.
Otras opciones de marinada: yogur, almendras picadas o en polvo (como en el Adrish), menta o alguna hierba aromática, curry o azafrán (según los sabores que os gusten). Yo lo he probado en un hindú para llevar marinado tan sólo con yogur, ajo (no mucho), sal y menta y estaba buenísimo.

RAITA (ensalada de yogur con pepino)
Ingredientes:
2 tazas de yogur natural
1 pepino rallado y sin semillas. Dejar unos 30 min en un colador con la sal para que suelte el agua.
1/2 cucharada de gengibre
2 cucharadas de cebolla picada
2 dientes de ajo
1 cucharada de chile (serrano, jalapeño)
El jugo de un limón
Sal
Pimienta
1/4 cucharadita de comino molido
2 cucharadas de menta picada
Elaboración 
Mezclar el yogur natural y el pepino escurrido. Moler el gengibre y el ajo y unirlos al yogur. Agregar la cebolla, los chiles, el jugo de limón, el comino, sal y pimienta. Mezclar bien. Poner la menta picada. Rectificar de sal y pimienta. Refrigerar unas dos horas antes de servir para que los ingredientes se integren.


NOTA: Esta ensalada con yogurt, pepino, ajo, limón y menta sería el equivalente al Tzatziki griego. Hay una versión de sopa fría libanesa de yogurt con pepino, tomate en cubitos, un toque de curry, 1 cucharada de Ketchup, y trocitos y caldo de pollo (hasta que quede como una crema) que también está muy buena.

sábado, 9 de julio de 2011

Stradivarias

Ayer estuvimos en la función de Stradivarias y lo pasamos estupendamente. Hay momentos en que están absolutamente Extraordinarias. Tienen página web: www.stradivarias.com en la que podéis ver un trailer de la función, además de comprar entradas a 12 euros, cuando en el Teatro valen 24.

Pese a salir de casa con 45 minutos por delante, nos tocó correr desde la salida de Metro hasta el Teatro. Llegamos justo a tiempo (se cerraron las puertas detrás de nosotros). Y eso que ni se nos ocurrió pensar en coger el coche y optamos por el Metro. Claro que no era directo y al tener que hacer transbordo la cosa se complica. Al bajarnos en Tribunal nos quedaban sólo 5 minutos para ir de ahí al Teatro en la C/ del Pez. Saltamos escaleras arriba para salir (creo que eran 4 tramos) y seguimos por Fuencarral, San Joaquín y la Corredera Baja de San Pablo, afortunadamente de bajada. Cuando al fin nos sentamos y cogimos aire, estábamos necesitados tanto del asiento como de la risoterapia del espectáculo. Esta última nos quitó la tensión y salimos de allí renovados.

A mi lado, afortunadamente con un asiento de por medio, se sentaba un enorme gordo que debía pensar que estaba en el sillón de su casa, porque extendió el brazo sobre el respaldo del asiento que teníamos vacío entre medias, de modo que si se me ocurría poner el brazo en el reposabrazos de ese lado, su mano me resultaba incómodamente próxima, a escasos cm de mi hombro. Es cierto que ni los sillones del patio de butacas, ni el teatro en sí, eran especialmente espaciosos, y como ya he dicho, el hombre tenía un volumen considerable, con lo que meter los brazos en el hueco que le correspondía era una tarea complicada. Claro que de ahí a repanchingarse como si tuviese derecho a un diván, hay un abismo. Invadía mi "esfera de espacio vital", por lo que decidí transformarla en algo sólido y palpable y coloqué mi bolso encima del ya mencionado reposabrazos. Al ser un bolso rígido, rectangular, copia de un modelo clásico de Carolina Herrera, cumplió a la perfección su función de barrera. Me permití el lujo de dejar las asas hacia su lado (a fin de cuentas era un hueco libre y tenía el mismo derecho a invadirlo que él), con lo que conseguí que retirase algo su brazo. Otra utilidad de los bolsos.

El espectáculo se parece al de Le Luthiers: cómico y basado en la música. Música e instrumentos forman parte de la puesta en escena, como un actor más. Se usan para seducir, destacar, poner orden, mandar, e incluso como compañeros de baile.

Además de tocar, cantan, pero sin abandonar su vena cómica. Lo hacen bien, con mucha gracia, y en ningún momento resultan ni horteras ni ridículas. Se complementan unas a otras, tienen mucha complicidad entre ellas y con el público. Se pasa el rato en un suspiro, al terminar no parece que hayan transcurrido dos horas y aún apetecerían otras dos.

Detrás de nosotros estaba sentado Federico Luppi. Es más bajito de lo que me imaginaba, en las películas siempre me resultaba alto. Como no hablamos con él, no os puedo contar mucho más.

Espero que si tenéis oportunidad, vayáis a verlas. Merece la pena y el humor siempre sienta bien.

miércoles, 6 de julio de 2011

San Francisco

Morning at Baker's Beach- Steve Hanks
Una de mis amigas me pidió que le elaborase una lista con algunas direcciones útiles de San Francisco. Como le puede venir bien a otros visitantes, la dejo aquí para el que le interese, aunque sea sólo para curiosear o para viajar con la imaginación: pasear por la bahía, contemplar la niebla de la mañana al retirarse o la puesta de sol tras el Golden Gate , subir y bajar las infinitas cuestas para ver las vistas desde su cima, saborear el clam chowder caliente en cualquier restaurante del muello servido dentro del bollo de sourbread, recorrer la preciosa y solitaria playa, espiar a los novios mientras se hacen fotos ridículas y románticas en el Palace of Fine Arts y, ya puestos, también escoger la casa victoriana en la que vivir (soñar permite hacer todo eso). Aquí están las direcciones:

Para ir y volver del aeropuerto lo mejor son los Shuttle, conviene enterarse de si el hotel tiene contratado alguno.

Entre los restaurantes conviene destacar el Beach Chalet, 1000 Great Hwy con sus deliciosas cervezas fabricadas allí  mismo. Muy recomendables las tostadas (red y brown). La comida es la típica americana pero buena, con hamburguesas de buena calidad y estupendas ensaladas. Se encuentra en la playa, como su nombre indica, donde uno no se puede bañar, so pena de congelarse, pero el paseo merece la pena (cuando la niebla lo permite). Eso sí, cuando hay niebla, hay que abrigarse, aunque sea Agosto. Ya lo dijo Mark Twain: "no hay invierno más frío que un verano en San Francisco".

También cerca de la playa está el Restaurante Cliff House, con una cocina más elaborada y unas preciosas vistas que se convierten en espectaculares a la hora de la puesta de sol. Es un restaurante más formal que el Beach Chalet.

En el Osaka Japanese Restaurant, 1923 Fillmore St, San Francisco, CA 94115 (415) 346-6788, da gusto ver al cocinero haciendo malabarismos mientras cocina. Es algo caro pero el precio está justificado. Merece mucho la pena.

Yank Sing es el lugar para tomar Dim-sum por lunch. Lo saben los locales y se llena a mediodía. Los camareros pasean con los carritos llenos de cestas de bambú que contienen distinas variedades de Dim-sum (empanadillas chinas al vapor) y uno va eligiendo las que más le apetecen. Hay muchos más sitios de Dim-sum, algunos son simplemente escaparates de Take-away con un mostrador a la calle. Este es una sala en la que sentarse a disfrutar de esas delicias tranquilamente, hasta hartarse. Está muy cerca de Embarcadero. Posee dos sucursales: One Rincon Center, 101 Spear St., San Francisco, (415) 957.9300 o 49 Stevenson St, San Francisco, (415) 541-4949. Es más que conveniente reservar.

Escoger algo para visitar es difícil porque, la verdad, es que merece la pena pateárselo todo. Es una ciudad para andar y detenerse a recuperar aliento mientras se contemplan sus vistas desde las cumbres de sus cuestas. Hay un recorrido turístico que viene marcado en los mapas como el View drive (en coche) por el que se pasa por todas partes, aunque insisto que es mucho más interesante hacerlo a pie y callejear, aunque sea a costa de no parar de subir y bajar.

Cerca del Golden Gate conviene acercarse a ver el precioso Palace of Fine Arts (donde es más que probable que pilléis alguna boda, ya que es el sitio fetén para casarse y hacerse las correspondientes fotos).

Si cruzáis el Golden Gate para ir a Sausalito, merece la pena comer en el Spinaker (creo que se escribe así). Para mi gusto es donde hacen las mejores crab cakes. Creo que también las encontráis en el Cliff House, y posiblemente en el Beach Chalet. Si las véis, probadlas porque están buenísimas.

El Golden Gate Park es como el Central Park de San Francisco. Dentro del parque hay un jardín botánico y también un museo de arte asiático que es bastante interesante. Al salir, el Japanese Tea Room pone el toque exótico para la merienda.


Las Victorian Houses son muy bonitas y están en un sitio muy agradable. Además, no suele haber mucha gente porque, aunque son muy conocidas, los turistas con tanta cuesta no perseveran. La calle Lombard, con sus curvas y sus parterres de flores, es visita obligada. Los vecinos decidieron que su diseño haría desistir a los conductores de utilizarla y consiguieron justo lo opuesto.

Desde Pacific Heights hay unas vistas preciosas. Las escaleras para subir a Telegraph Hill, de aspecto frágil, construidas de madera y rodeadas por arbustos de flores, además de resultar pintorescas tienen algo de mágico.

Ghirardelli Square, con su fantástica tienda de chocolates Ghirardelli y su café-chocolatería-heladería resulta la mar de agradable. Además, después del paseo, apetece sentarse a descansar un rato y reponer fuerzas. En la Cannery hay una cafetería con una Chocolate Cheesecake irresistible y con la que engordar unos cuantos kilos, aunque, en mi opinión, son mejores los pasteles de Berkeley.

Lo típico en la bahía es el clam chowder en el pan ácido (sour bread), que se encuentra sin mayores problemas en toda la zona de los Pier y el Fisherman Wharf.

Para salir de compras, toda la zona de los alrededores de Union Square: Powell, Market, Grant... está plagada de centros comerciales (Macy`s, Nordstrom...). Es la tónica habitual de San Francisco, donde han conservado la fachada y reconvertido en tiendas el interior de aquellos puntos claves que han dejado de funcionar en su actividad original (la Cannery, la fábrica de chocolate de Ghirardelli ya comentada, los muelles, etc). No hay que olvidarse de Chinatown, donde el recorrido consiste en saltar de un puesto a otro, a cual más barato.

Para el que desee ir a BERKELEY: para llegar hasta allí lo mejor es coger el BART (la estación más céntrica suele ser Powell, que se encuentra en el cruce de Powell St con Market St, al lado de donde comienza el tranvía (Cable Car) y donde también está la oficina de turismo. Hay que bajarse en Downtown Berkeley Station 2160 Shattuck Ave. Berkeley (que es la que pilla mejor del campus). Allí hay un restaurante etíope, el Blue Nile Restaurant (recomiendan el honey wine) en el 2525 Telegraph Ave Berkeley, CA 94704-2917 (510) 540-6777. Telegraph St es la calle central de Berkeley y es paralela a Shattuck, donde te deja el BART. Es fácil de encontrar, sólo hay que seguir Bancroft Way o Dwight. De todos modos en Berkeley hay montones de sitios para tomar un lunch con ambiente universitario. En College St (paralela a Telegraph siguiendo un poco más) hay una Bakery impresionante, donde además te puedes tomar un café junto con el pastelito de turno en unas mesitas que tienen en la terraza. También sirven dentro. Sus cinammon twist y sus Danish pastries son los mejores que he tomado en ninguna parte. Creo que no fui al Blue Nile porque, puestos a escoger, prefería tomar algo de la Bakery. Hace esquina y de hecho está más en la calle que cruza Collage, pero no recuerdo exactamente el nombre. Sólo sé que hay que ir bajando desde Dwight hacia Russell y que pilla en la acera de la izquierda en esa dirección. Tampoco hay otra con la que equivocarse.


Muir Woods
En los alrededores, los Muir Woods, con los pinos rojos de California, que son los árboles más altos tras las secuoyas, son una auténtica maravilla. Allí también se encuentra el Secuoya Park. De camino hay una indicación para el "Pelican Inn", donde además de preparar una comida buenísima (roast-beef, quesos, postres...) se disfruta de un ambiente de lo más acogedor. Tienen página web: wwww.pelicaninn.com

Desde la oficina de turismo en la estación de Powell St. organizan excursiones a Yosemite. Merece la pena ver el parque natural. Para mi gusto, y creo que no soy la única en tener esa opinión, la mejor vista del valle es la que hay desde Glaciar Point. En la pradera, en primavera, gracias al deshielo, se llenan la cascada de Yosemite y la de Bridal Veil (que más entrada la estación se secan). El paseo y la subida para ver las demás cascadas también merecen la pena, aunque sea trabajoso. Hay secuoyas en Yosemite, en Mariposa Grove. Eso sí, las ardillas son una peste: se te suben para que les des de comer y, como se te ocurra hacerlo, no te las quitas de encima. Mucho cuidado con dejar comida a la vista en el coche en determinadas zonas: los osos os pueden hacer algún destrozo. Llevad agua y cuidado con los riesgos de "exfoliación" de la montaña (que es el nombre que se le da a cuando las que las laderas graníticas deciden venirse abajo).


martes, 5 de julio de 2011

Restaurar "mosaicos"

The deconstructionist de Timothy Tyler
Parece que ¡por fin!, aunque hasta que no pasen unos días no me lo terminaré de creer, la parte de obras del edificio que afectaba a nuestra casita ha llegado a su fin. Cuando ayer se fue el que colocó los azulejos (actividad que debe requerir una precisión y concentración similar a la cirugía otológica, si no a la neurocirugía, ¡por lo menos!), me comentó que cuando viese al encargado (él seguro que lo ve, pero en cuanto el susodicho oye el ascensor con alguien de la casa estoy segura que se esconde), le dijese que me mandase al pintor para la línea de unión del techo con la pared, que tuvo que ponerle algo de yeso. Si total, aún tenemos el yeso de cuando nos cambiaron las ventanas (de eso hace ya 7 años), que más nos da una pequeña raya en el techo. Si además así conseguimos que la cocina esté a juego con las habitaciones. Entre obreros y algo de yeso decorativo, me inclino por lo segundo, la verdad es que una se acostumbra y no se nota tanto.

El mosaico romano que el hombre nos colocó ayer en la pared (eso sí, con teselas de 30x30cm) le llevó toda la mañana. Bien que era del suelo al techo. Bien que también daba la vuelta y había que hacer parte de una segunda pared. Pero llegar a las 8 de la mañana (que menos mal que madrugo, porque a cualquier otro en vacaciones le vienen los obreros a esas horas y los puede recibir a escobazos), bajarse según llegan a por unos cartones y, volver a aparecer casi a las 9, no me digáis que no tiene guasa. Mientras tanto, cubrí todo el suelo de la cocina y la entrada con periódicos, para así intentar disminuir al máximo el estropicio. Sobre los periódicos (que empecé distribuyendo rápidamente y que luego pude colocar, aplastar, reforzar, contemplar y hasta leer las noticias atrasadas mientras esperaba el regreso de los operarios), colocaron los cartones. Descubrí que el tiempo que habían tardado en ir a por ellos lo debían haber dedicado a empolvarlos y enyesarlos bien, hasta que quedaron totalmente rebozados. A las 10 me dice el hombre, sólo se quedó uno, que se baja a desayunar, que volvería a las 10:30h. Me asomo a la cocina a ver cuánto le queda, y descubro que ¡le queda todo!, aún no había puesto ni un solo azulejo. A lo mejor no fue buena idea extender periódicos y darle material de lectura, para colmo antiguo, que debe resultar más interesante, que uno puede estar actualizado pero las noticias de hace un año, con la perspectiva histórica, ganan. Las 10:30 fueron en realidad 10:45h. Aproveché el tiempo en ducharme, lavarme el pelo y hasta secármelo, pero no con secador, que eso es más rápido pero apetece poco con el calor, sino al aire y dejándomelo con su rizo. Incluso me pude hacer una mascarilla facial (que con el polvo la piel se queda como lija) y me pinté un poco el ojo. Cuando volvió yo ya estaba lista y acomodada, con mi libro en el sofá. No resulta sorprendente que haya tenido que encargar más libros a Amazon, porque estoy agotando las reservas.

Una vez que colocó 3 filas de baldosas, pensándolo bien, creo que fueron 4, lo que le llevó algo más de una hora (estaba claro que lo hacía a conciencia, pero también en esas 4 filas estaban las de la segunda pared, que quedó al fin cerrada), se tuvo que ir a buscar "nuevas baldosas". Las "nuevas" las sacan de una cocina que están desmontando entera, y está claro que las baldosas vinieron frescas, recién desmontaditas, porque tardó casi lo mismo en traerlas que en poner las que ya había en mi casa. Si veía que me iba a tener que ir a la comida con mis amigas y le iba a tener que decir que se fuese y volviese por la tarde. Finalmente, casi a las 13:30h, terminó con su obra maestra, que voy a tener que poner un Van Gogh en la cocina para que haga juego. Dando muestras de un cerebro privilegiado, que con las limitaciones del mío no llego a comprender, los cascotes y yeso que se habían quedado en el cartón, los sacudió directamente sobre mi suelo (y parte de los periódicos). Retiró en la zona de alrededor de la obra, con un perímetro que no llegaba al metro, los susodichos papeles, ahora llenos de restos, por supuesto los trató con un cuidado equiparable al de los cartones, y barrió (que ganas me dieron de darle con la escoba en la cabeza, ya que no le había recibido con ella, para ver si le reseteaba mejor la neurona.

Aspecto final (en mis sueños)
Cuando se marchó, retiré los periódicos con cuidado (pese a ellos aún había caído bastante polvo), barrí y fregué. Y como a todo esto eran casi las 14h, me fui a la comida, y casi me olvido en casa los regalos (con tanto reajuste de fechas teníamos pendientes las celebraciones de cumpleaños de todas). En el restaurante me olvidé de las obras y disfruté de la salida de vacaciones, si ya lo decía Mary Poppins, que "con un poco de azúcar"... En este caso en forma de delicioso sushi.

lunes, 4 de julio de 2011

Un jardín de rocas "casero"

Estoy de supuestas vacaciones, pero eso lo único que significa es que no voy a trabajar. Excepto el puente en Linares, que salvo por la ola de calor estuvo muy bien: familia, algún paseo, comida en Los Sentidos con Juan, más comidas con la familia, piscina con la gemela, desde que llegué a Madrid me paso las mañanas encerrada en casa, y no es porque el calor me moleste, sino por las dichosas obras del edificio. Un precioso cartel en el ascensor, que van cambiando semanalmente, pero con el cerebro habitualmente usado para estas cosas, la hora escogida suele ser el viernes a las 10 de la noche (no sé si es que después aprovechan el administrador y el presidente para huir y no escuchar las quejas de los vecinos), suele avisar con antelación y previsión (suficiente según su criterio), que el lunes tiene que haber alguien en la casa (facilidades para el que trabaja, que lo hace por gusto, claro) para: primero picar la "mocheta" (traducción: tirar una pared entera de la cocina), segundo cambiar las tuberías (primero el agua caliente, que la cortan, pero estamos todos muy agradecidos porque con el calor que hace no está mal refrescarse, al menos un día, con una ducha obligatoriamente con tan solo agua fría) y eso si hay agua, porque ayer me encontré con el vecino del 12, que es taxista y le suelo llamar cuando necesito ir a algún lado, y con ese despliegue de inteligencia que están derrochando y tras el cual no sé si les sobrevivirá alguna neurona de las pocas que les quedan, les cortaron el agua y cuando se marcharon se les "olvidó" volver a darla del 8º al 13º, y porque no hay más pisos. El porqué sí lo hicieron del 7º para abajo es otro misterio solamente apto para inteligencias dotadas como las suyas. Hay que entenderles, tienen la neurona tan ocupada que la pobre no da más de sí y es normal que se pueda olvidar de esos detalles). 

En fin, sigo con las desventuras con las tuberías. Como descubrieron, felizmente antes de tirar nada en el otro piso que, desde mi piso, se pueden también cambiar las del de al lado, no sé si el presidente vive en uno de los que se han librado pero me tendré que enterar, pero que, para estar más cómodos, convenía agrandar la mocheta, volvieron para picar un trocito más de pared. Como del primer muro ya no les quedaba nada, pues giraron un poco la esquina y arremetieron con otro. Así los de la constructora pensaban que se ahorraban una pared pero, no debían de haber hecho bien los cálculos cuando nos tuvieron que tirar otra. Claro que nosotros ya estábamos perdidos. Después del agua caliente vino la fría, y aún faltaba el retorno. Una vez todas cambiadas, quedaba el aislante (¿o creíais que la cosa había terminado ahí?. Por supuesto, cada paso les llevaba una semana, con lo que la mochetita ha estado abierta un mes entero y, salvo facilitar la comunicación, no siempre discreta, con los vecinos de escalera, no ha ofrecido más ventajas. Ahora se la han abierto a los del B, y nuestra vecina de esa letra vive en estado de alarma porque tiene dos críos pequeños que se pasan el día asomados al hueco. El miércoles de antes del puente (esta vez tuvieron más previsión, pero claro, se iban de puente y podían permitírselo), pusieron un cartel para que "toda esa semana" hubiese alguien en casa para cerrar las mochetas. 
Como empezaron de abajo a arriba, el lunes me quedé en casita y disfruté de la soledad y el silencio que acompaña a las obras pero, pese a mi buena disposición, no aparecieron por aquí. Baje a buscarles para ver si les convencía, y ni por esas. Ayer vino la asistenta, y dejó la cocina para el final por si venían mientras estaba (era temprano y aún conservábamos el optimismo). Aproveché para salir un rato, pero no os creáis que a esparcirme, sino al Alcampo a hacer la compra. Por supuesto que los obreros llegaron cuando la mujer se iba, así que me tocó barrer, fregar, volver a fregar. Cuando llegó mi señor esposo hubo que fregar de nuevo, de cómo quedó todo de polvo (y eso que no somos de los que necesitamos comer sopas en el suelo). No hemos terminado, porque tienen que venir "otros" a alicatar ¿quiénes? ¿cuándo? ¿hoy, mañana? ¿quién sabe? Dicen que el misterio forma parte del encanto.

Otra de las cosas que he tenido que hacer, claro que eso ha sido por las tardes mientras mi marido montaba guardia en casa, que no hay nada mejor para aprovechar las vacaciones y pasar tiempo juntos que esperar a los obreros, fue llevar el coche al taller para la puesta a punto. El lunes lo llevé y el martes lo recogí (al ir fue cuando me encontré al del 12, que me llevó para allá y me contó sus vicisitudes con la obra, que no han hecho más que empezar. Han tenido aún peor suerte, porque la pared que les han tirado a ellos, ha sido de la entrada, así que no sé de qué nos quejamos los afortunados que sólo tenemos afectada la cocina. También tenía vacaciones y también ha tenido que apechugar con las obras, los horarios de los obreros y para colmo el "olvido" de devolverle el agua al terminar la jornada). Ya tengo coche, que es el que sí que va a disfrutar del descanso de las vacaciones. Con mi arresto por obras se quedará tranquilo en el garaje, y eso después de pasar por el "spa", de lujo, del taller.

Hoy he quedado para comer con Bea, mañana con Olga y MJ, pero me temo que esas van a ser mis salidas de vacaciones porque parece que mis mañanas van a seguir limitadas por la estancia domiciliaria impuesta por los constructores. ¡Hogar, dulce hogar!

domingo, 3 de julio de 2011

Florencia

En los momentos en los que escribí este post mi madre disfrutaba en directo de esta ciudad junto con mis tíos. Su última recomendación: el Restaurante La Giostra en la calle Borgo Pinti nº 10.

ZONA SAN LORENZO
Restaurante Il Rifflesi: Via Cavour 88 (en un hotel). Es algo más caro, sin pasarse, pero también más especial. Muy tranquilo, en el patio interior del hotel, con mesas dentro del restaurante y también fuera. A Antonio y a mí nos gustó mucho, pero hace tiempo que estuvimos.
Restaurante Il Giardino di Barbano: (creo que fuimos a cenar allí casi todos los días), unas pizzas buenísimas, las mejores para nuestro gusto (la pasta también está buena), barato, agradable y bueno. En la Piazza Independenza (Via Nazionale).

ZONA SANTA MARIA NOVELLA
También está bien el restaurante Il Profeta, aunque este sí que es más caro, pero si se es muy carnivoro el solomillo Lorenzo de Medici es buenísimo, y es famoso merecidamente. Está en Borgo Ognisanti.
Otra recomendación, que me ha llegado vía Javier Comas al que han invitado a exponer en esta ciudad, es la Terraza Bruneleschi en el Grand Hotel Baglioni (Piazza Unità Italiana 6), donde se alojaron. Copio textualmente su opinión: "la comida, la atención y las vistas ¡¡¡¡fabulosas!!!!"

ZONA SANTA CROCE
Destacar la Chocolatería-Heladería Vespri (Piazza G. Salvemini (entre Santa Croce y el Duomo) el helado de yogur es el mejor que he tomado.
Restaurante La Giostra en la calle Borgo Pinti nº 10, muy cerca de la heladería anterior. Según mis tíos es estupendo, y ya han ido varias veces a Florencia, es un descubrimiento de su último viaje.
La heladería Vivoli (Via Isola delle Stinche 7) tiene muy buena fama, no me pareció tan buena como Vespri, pero a lo mejor conviene probar los helados de frutas que los hacen con fruta fresca todos los días. Eso sí, tiene sabores de todo.
Al lado de la Sinagoga hay un restaurante de cocina hebrea (Restaurante Ruth), con raciones inmensas, y que no está mal.
Bastante cerca está también el Restaurante La Pentola d’Oro, hasta los topes, pasta muy buena. Via di Mezzo 24.

ZONA SANTO SPIRITO
NO PERDERSE BAJO NINGÚN CONCEPTO: Trattoria del Carmine (Piazza del Carmine) barato, muy bueno, destacar la ensalada de boletus (con parmesano fresco en láminas) en las entradas y el tiramisú (de los mejores, lleva un poco de chocolate negro en la crema y le da un toque buenísimo)

ZONA SAN MINIATO
La heladería Frilli tiene buena fama, si la pilláis abierta, lo que no ha ocurrido en mi caso(en la Vía San Miniato al lado de la Porta San Miniato (muralla), antes de empezar la subida hacia San Miniato, recomendables las escaleras de Dante aunque cansan).

Disfrutad.



sábado, 2 de julio de 2011

Roma

Mi hermanita vivió en la Ciudad Eterna durante todo un curso. A lo largo de ese periodo fue continuamente asediada por visitas de amigos y familiares, todos con buen apetito, y con su experiencia, seleccionó una serie de locales más que recomendables. La cito textualmente: " En el Trastevere hay varias pizzerías muy, muy buenas. En mi opinión una de las mejores de Roma está en el Viale Trastevere, según subes el viale en la acera de la derecha, creo que al lado de unos juegos recreativos. Es un sitio muy cutre pero la pizza es buenísima. En la P. San Calisto hay otra pizzería también muy rica, el sitio es menos cutre.... En Via Bergamos hay una spaghetteria mejor que l'Archetto, creo que se llama así, Spaghetteria (según bajas desde p. Fiume por la acera de la derecha, haciendo esquina- creo¿?"

En la visita que House y yo le hicimos investigamos unos cuantos restaurantes más:

Agata e Romeo via Carlo Alberto 45 cerca de Santa María Maggiore (es un restaurante de cocina de autor, buenísimo)

Cafe de la Pacce en Piazza Navona, un clásico.

Il Baffeto (tiene fama de tener las mejores Pizzas y las más demandadas) Via del Governo Vecchio, 114 cerca de Piazza Navona.

L'Archetto cerca de la Fontana di Trevi, en un callejón que también comparte el nombre de L'Archetto. Es un restaurante muy agradable, con buena comida a buen precio. Ideal para economías en crisis.

Fiori di Zucca, cerca de Villa Borghese, Via G. Donizetti, 16. Este restaurante estaba al lado de la casa de mi padre en Roma, por lo que fuimos un montón de veces. Estaba todo buenísimo (pasta, pizza, y por supuesto las fiori di zucca...). Al estar fuera del centro, aunque muy cerca, no es muy turístico, aunque sí muy frecuentado por los lugareños, lo que es siempre indicativo de calidad.

GELATI

La Heladería Gelato di San Crispino, Via della Panetteria 42, es una de las que tiene más fama, aunque la heladería más antigua es la Giolitti, en via Uffici del Vicario, 40, junto al Panteón.

La heladería de al lado de la antigua casa de mi padre era realmente buenísima. Estaba en su misma calle (aunque no sé si a esa altura deja de llamarse via Pacini y para convertirse en via Salaria, pero el caso es que era la continuación de Pancini, casi llegando al Viale Regina Margherita, en la acera de la derecha yendo en esa dirección, una vez pasado el hotel Beverly Hills). Es cierto que tiene un aspecto cutrecillo (vamos, que no hay ni dónde sentarse). Además pilla muy bien del Fiori de Zucca, por si alguien desea ir allí a por el postre, aunque dudo que nadie salga con hambre de ese restaurante.

Por Internet, buscando las direcciones de los anteriores, he encontrado una serie de restaurantes con encanto que me han parecido que podrían merecer la pena. Pego textualmente los comentarios:

"Trattoria dell Pallaro": Un tesoro escondido (cada vez menos) de la restauración romana es la Trattoria del Pallaro. Desde la calle Corso Vittorio Emmanuele, toma Largo del Chiavari y luego la calle Largo del Pallaro. En el nº 15 está la pequeña trattoría. Su teléfono es el 06-6880-1488.
Esta Trattoría concentra todo el encanto de la comidad casera a la italiana, ofreciendo cada día a sus comensales un completo menú de cinco platos, vino, café y licor. Al entrar no te tomes las habituales molestias que experimentas en cualquier restaurante ya que aquí no tienes la situación bajo tu control.
Deja que te sitúen en una mesa y poco más. El menú diario depende de lo que hayan cocinado ese día y tan sólo te queda esperar que empiecen a llegar los generosísimos platos que su dueña, la “mamma” Paola, prepara cada día.
El precio es excelente, unos 25 euros por persona, y la experiencia personal que ofrece este pequeño establecimiento está casi a la altura de su gastronomía.

"Matricianella": Una Trattoria-restaurante con cierto nivel con una deliciosa cocina romana y situada entre Piazza di Spagna y Via Fontanella Borghese, en Via del Leone 4.
Tiene un espacio exterior de mesitas en plena calle y salones interiores. Matricianella presume de ofrecer sabores genuinos de cocina romana sin espacio para exotismos o modas destacando sus fritti variados (a nosotros nos el de verduras), que son una especie de revueltos con salsa.
En cuanto a la pasta son exquisitos los bucatini all’amatriciana y en carne no os perdais el abbachio (cordero joven).
Excelente carta de vinos, con precios más que razonables y muy buenos postres.
Es mejor reservar con antelación ya que el sitio siempre está lleno.
Precio: Unos 45 euros por persona (sin vino)
Telefono: 06 683 2100.
No abre los domingos.
http://www.matricianella.it/

"Zagara": Restaurante “ Zagara” Roma, Via Paola 26, telefono: +39 06 6832075
En calle Paola n° 26, muy cerca de Castel S. Angelo y no muy lejos de Piazza Navona, se encuentra el restaurante ZAGARA (telefono 06/ 6832075 - se aconseja la reserva)
Las dos jóvenes empresarias que gestionan ese restaurante centran su atención sobre la calidad de los productos y atienden con gran profesionalidad y amabilidad a las exigencias de sus clientes.
El chef,proporciona a sus clientes las comidas más típicas de la tradición mediterránea.
Los clientes del restaurante Zagara pueden degustar algunos de los vinos más sabrosos de las más importantes empresas vinículas italianas así como los mejores aceites italianos. http://www.zagara.info/"


HOTELES

En una comida en Santiago de Compostela, no pudimos evitar escuchar la conversación que se traían los de la mesa de al lado (que no es que estuviesen precisamente codo con codo con nosotros). Seguramente alguno tenía algún tipo de problema auditivo y por eso era necesario hablar a gritos e incluirnos a los demás en la charla. Claro que también podía ser un caso sobre la relevancia del tema así como de la opinión que de sí mismo tenía el docto conferenciante). El caso es que habían estado en Roma y, entre otras muchas cosas, volvían encantados con el hotel, así que me apunte el dato (tras tanta palabrería, al menos saqué algo en claro). Se llama "Raphael". Tiene pag web: www.raphaelhotel.com y se sitúa próximo a la Piazza Nabona, en la Via Largo Febo, 2.

En el Hotel Beverly Hills, en Largo Benedetto Marcello, 220 (está en Via Salaria), se alojaron mis padres y mis tíos en una de sus últimas visitas y les gustó. Está muy cerca de la zona de Villa Borghese. Dispone de página web: www.beverlyhotelrome.it

viernes, 1 de julio de 2011

Haré un blog

"Diary" Haddon Sundblom
Hola queridos:
Como sois muchos los que me pedís que haga un blog (pobres incautos, no sabéis la que se os viene encima), y ayer mis amigas en la comida también insistieron en el asunto, finalmente os haré caso y me pondré a ello. MJ (en la foto final, mejor una suya que mía, sin lugar a dudas) se ha ofrecido a diseñarme la página. Ella lleva uno ("hipócrates a día de hoy") y se le da muy bien. Supongo que, como los comentarios más esperados serán los médicos, tendré una sección dedicada a ello, para que así os sintáis cuidados. Aún así, ya sé que cuando me llaméis será para consultarme profesionalmente. Eso sí que son gajes del oficio. 

También pondré algún truco de belleza (sección Grumpy but gorgeous), sé que los hombres lo vais a agradecer. Especialmente cuando veáis aparecer a vuestras parejas con distintos ejemplos de mascarillas caseras embadurnadas por la cara o el pelo. Muchas recomendaciones de restaurantes, recetas de mi familia y otras fáciles y rápidas, libros y tiendas (que es por donde empezasteis a pedirme), ofertas y hallazgos. Os aburriré con mis ocurrencias y mis inspiraciones poéticas de vez en cuando. Aventuras y desventuras también formarán parte del entretenimiento, pero tendré cuidado que en el trabajo no pillen la referencia o me echarán mal de ojo (sección Grumpy). Con semejante título, no creo que nadie encuentre el blog "por casualidad". Lo escogí en homenaje al felpudo de bienvenida (o de aviso según se mire) de casa que ha perecido este año gracias a las obras del edificio (lo explico en el post de "un jardín de rocas casero). Nos lo regaló un amigo y nos ha acompañado casi una docena de años, hasta que han llegado las hordas con el yeso y han conseguido borrar su mensaje y dejarlo casi pelado.

Empiezo con una recomendación gastronómica para amigos y familiares: Ya sabéis que mi restaurante en Linares es Los Sentidos, pero en mi último viaje he descubierto un sitio que merece la pena. Se trata de la Yogurtería Pinocchio (que está al lado de la Heladería de los Valencianos en el Paseo). Sobre una base de helado de yogurt, que no tiene nada que envidiarle a la de Mari Nieves ni a la de Vespri en Florencia (mi favorito), podéis elegir la combinación de toppings que más os guste (o lo podéis tomar solo como hice yo, que no necesitaba ningún aditamento). De verdad que merece la pena, y mi primo opinó lo mismo porque compré un envase para llevar y lo dejé en su congelador (no sé si aún le quedará algo, pero allí mismo me dieron para probarlo, y no creo que nadie escape sin más después de hacerlo). He descubierto una de Danone en la Vaguada, y feliz de mí he pensado que sería como la de Linares. Otra que decían que era estupenda en la Plaza de Santa Bárbara (Ö my god! o algo así se llama, tampoco le llega ni a la suela de los zapatos a la de allí) Ni que decir que mi decepción ha sido tremenda, así que ya sé que, cuando me dé el mono, tendré que bajar por allí a comer en Los Sentidos y tomarme un yogur helado (de paso visitaré a la familia, pero sólo de paso, que conste)

Espero vuestras sugerencias. Un beso.