jueves, 8 de marzo de 2018

Día internacional de la mujer (por mi superhermanita)

Esta entrada me la ha enviado superhermanita en honor a las mujeres trabajadoras. El esfuerzo de aquellas que abrieron camino bien merece un homenaje; gracias a ellas gozamos de la libertad y la independencia para tomar nuestras propias decisiones. En Sanidad el papel de la mujer es fundamental, ¿qué sería de los hospitales sin ellas? Actualmente, al menos dos tercios de los estudiantes de Medicina son mujeres, y en Enfermería los varones son algo excepcional. ¿Huelga? Personalmente no, no le veo el sentido, opino que la mujer trabajadora debe disfrutar de su trabajo y que esa es la mejor manera de honrar la lucha por la igualdad.
(Sigue hermanita)

"Llevo varios días tratando de ordenar mis ideas acerca de la huelga en el día internacional de la mujer y la situación de desigualdad que todavía sufrimos. Si bien es cierto que en el mundo desarrollado hemos conseguido alcanzar la igualdad política y jurídica, a efectos prácticos seguimos sufriendo desigualdades importantes en el ámbito laboral, social e incluso familiar, eso sin entrar en la situación de los países subdesarrollados o en vías de desarrollo. ¿Quiero protestar ante esta situación y cambiarla? Por supuesto. ¿Creo en la huelga o los paros como herramientas para hacerlo? Ahí, la verdad, es que no tengo las ideas tan claras.
 
El movimiento feminista surge a finales del siglo XVIII y comienzos del XIX como consecuencia de la exclusión a la que se somete a la mujer en los nuevos estados liberales. Las mujeres habían sido claves en el proceso revolucionario y en la lucha contra el Antiguo Régimen, o en la Independencia de las colonias, y sin embargo quedan fuera del nuevo sistema político que, sin lugar a dudas responde al modelo patriarcal, al igual que el resto de sistemas políticos que se han desarrollado en el siglo XX, incluyendo el socialismo soviético.

La evolución del movimiento dio lugar al sufragismo y a la lucha por el derecho al voto. Por suerte para todas las mujeres, el argumento entonces fue que el concepto de ciudadano era inclusivo (ciudadanos y ciudadanas), de forma que aprovechamos ese "machismo" en el lenguaje y conseguimos acceder al voto y al resto de derechos políticos del momento, entre ellos la huelga.


En los años que he dedicado a estudiar el movimiento feminista, este periodo es claramente mi preferido.  La calidad de los escritos, el nivel de coherencia de aquellas mujeres a las que, prácticamente, se les había negado el acceso a la educación o a los espacios públicos, es de un nivel tan sorprendente que recomiendo a cualquiera que quiera incidir un poco más en el tema las cartas que Abigail Adams escribió a su marido en este sentido.

Con el desarrollo del siglo XX, el feminismo se transforma en lo que se ha denominado “feminismo radical”. La situación de la mujer en las fábricas y todo el movimiento obrero influye directamente en esta situación. La desigualdad laboral era manifiesta, como lo era la situación en sus hogares, un espacio en el que el hombre no ha entrado hasta el siglo XXI, cuando lo ha hecho. El radicalismo del feminismo entonces era precisamente poner en cuestión la estructura patriarcal del sistema, ya que la inclusión de la mujer en el ámbito jurídico o laboral perpetuaba las estructuras de poder masculinas sin abarcar, en ningún caso, la visión femenina.

Y así llegamos a la situación actual, en la que seguimos con estructuras laborales patriarcales, con situaciones de clara injusticia social y parecería necesario que las mujeres nos uniéramos, como en el XIX, para reclamar, en este caso, un cambio en el sistema. Sin embargo, tal y como ocurrió en el sufragismo, cuando algunas mujeres se separaron del movimiento solicitando antes del derecho al sufragio el acceso a la educación, me asaltan las dudas acerca de qué es lo que queremos ¿incluir a la mujer en las estructuras de poder del sistema político o cambiar el sistema en general?

Los sindicatos y los partidos de izquierda radical, todas ellas estructuras patriarcales desde su nacimiento, han decidido aprovechar el momento para hacer su lucha política particular y unir sus reivindicaciones a las de las feministas. Además de repugnarme el oportunismo, me encuentro con una crítica en la que no hacer huelga me convierte en una neoliberal, capitalista retrógrada. Personalmente no voy a apoyar ningún sistema que no me permita ejercer libremente los derechos que ya hemos conquistados. La libertad es algo a lo que me niego a renunciar y si queremos construir un sistema igualitario debemos empezar por ahí. He decidido que este es mi homenaje a las mujeres en un día como hoy."

5 comentarios:

Sole dijo...

Estoy contigo, primi... Feliz día a todas.
Sole

ELVIRA dijo...

las ilustraciones han quedado fenomenal, grumpy. Feliz día!!!!

señora dijo...

Poner luz sobre el asunto me parece una de las mejores aportaciones que se pueden hacer en un día como este, porque lo que he estado oyendo en las reivindicaciones feministas está más cerca de la revancha que de un cambio que aborde el fondo del problema. De las muchas "reivindicadoras" a las que he oído a lo largo del día, las dos que me han parecido más interesantes, aparte de los puntos de vista que se recogen en este artículo, han sido Ana Pastor, presidenta del Congreso, que se fijaba en la discriminación real y no legal y la de Manuela Carmena que orientaba la reivindicación hacia la maternidad. Esperemos que todas estas ideas no caigan en saco roto.

Soraya dijo...

Muy bueno el artículo. Recordar la historia, nunca viene mal, todo lo contrario, en dias cómo este.

Hombres y mujeres tenemos que reflexionar muchísimo

Chelo dijo...

Estará contenta tu hermanita. Excelente post de rabiosa actualidad.
Las mujeres inteligentes siempre existieron.

Un beso, Sol.