La opinión de los demás influye en lo que reconocemos que leemos, no en lo que leemos en realidad aunque a veces tengamos la sensación de hacerlo casi a escondidas. Nos avergonzamos de confesar algunos de nuestros gustos, de inclinarnos por lecturas fantasiosas, juveniles, románticas, de misterio o de terror. No hablamos cuando otros lo hacen del último fenómeno literario, por el que no sentimos ni curiosidad, o al contrario, no nos atrevemos a decir que hemos disfrutado con la historia en cuestión.
No soy una lectora seria, simplemente soy una lectora. Mis lecturas son variadas y dependen del momento, del ánimo, del cansancio y de las recomendaciones. Comprendo que hay quien para estremecerse y soñar busca emociones fuertes, romances, pasión, terror. Yo soy más infantil y necesito cuentos, magia, sueños. Si a alguien más le sucede lo mismo le recomiendo que pruebe a Patricia McKillip, es como sumergirse en un hechizo: mundos paralelos que se funden con la realidad, puntadas que enmarañan los caminos, alfabetos de espinas, tañidos de barcos perdidos en el atardecer del puerto, música que conjura al viento, dragones de fuego y hielo, animales míticos y bosques prohibidos.
El malogrado Pierre Bottero, especialmente en su trilogía de Ellana, inserta en sus novelas de aventuras diálogos con preciosas reflexiones, enseñanzas llenas de sabiduría que convierten el viaje por la historia en algo más transcendental, sin que por ello se transforme en un texto filosófico o pierda un ápice de interés. En realidad sucede todo lo contrario, los héroes se convierten en seres más cercanos, más entrañables. Me enganché a Harry Potter en un viaje en avión, se me pasó el tiempo volando. Esperaba impaciente que saliese el siguiente tomo. Del primero al cuarto la emoción crecía, en el quinto consideré que sobraban la primera mitad de las páginas, al igual que en el último, pero el final es perfecto. Aunque menos conocido me gustó mucho más Septimus Heap, el aprendiz de mago de Angie Sage, donde la "Magya" crece con la serie y en la que aparecen una caterva de personajes curiosos que no permiten que la trama se vuelva repetitiva ni aburrida: magos y su familia, princesas y la suya, reinas, fantasmas, escribanos, alquimistas, guardianes, marineros, comerciantes, mensajeros, sirenas, dragones y brujas.
Otro de los cuentos que me ha sorprendido recientemente es Elantris, la maldición de una ciudad condenada, antes mágica, que descubrí gracias a la oferta Kindle Flash. Posee los ingredientes de un cuento aunque no todo es blanco o negro; hay grises y es la princesa la que ha de salvar al héroe. The Glass Sentence, el primero de una trilogía de creadores de mapas en un mundo fragmentado en el tiempo, ha sido otro descubrimiento fascinante. He viajado a Elsewhere a través de los cuadros colgados en una casa encantada. El hallazgo se lo debo a su ilustrador, Poly Bernatene, al que pertenece el dibujo que decora el final de este post. En mi caso no necesito unas gafas mágicas, sólo palabras: en ellas reside el embrujo.
2 comentarios:
¿¿Qué nano relato te han premiado Sol?
¿ Ha sido el conjunto de todos?
En cualquier caso ...
ENHORABUENA
Te merecer este premio y más
"No soy una lectora seria, simplemente soy una lectora". Me encanta
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