domingo, 17 de noviembre de 2019

Un año sin ti (por hermanita)

El tiempo tiene dos caras, tiene dos dimensiones, la longitud va al ritmo del sol, la densidad al ritmo de las pasiones. Amin Maalouf.

El tiempo pasa sin sentir, vuela, un día y otro y otro y llega el final de una semana, un mes, un año. Sin embargo no todo el tiempo transcurre por igual, hay momentos que se quedan enganchados, que no fluyen con el resto en la corriente fugaz del tiempo; son instantes que perduran, y un año después, siguen ahí, como hoy, como ayer, como el pasado más reciente, ese que aún es presente. Las cosas cambian alrededor, la vida sigue su curso, pero ese momento es inmutable, regresa sin avisar y con él vuelven todas las emociones, tiemblan las manos, el corazón se sobrecoge, el nudo en la garganta, la incredulidad, las lágrimas... Al sentir que se acerca, se intenta bloquear, crear un muro de defensa para que el dolor no te alcance. Dice hermanita que la fecha salta ante ti, y con ella el dolor y los recuerdos, por mucho que te esfuerces no es un día más, un día cualquiera. Ha pasado un año y esta es su entrada.

"Recuerdo muchas veces los posts que mi prima Sole compartía en Facebook recordando cada año que pasaba sin su hija. Esa nueva manera de contar el tiempo, que la vida nos ha impuesto, tiene ahora un nuevo sentido para mí. Se enciende un reloj, se apaga otro, y ahí estás tú, en medio, completamente destrozada tratando de encajar las piezas de un puzzle que, por desgracia, no tiene solución.

Las fechas no son importantes. Repites y repites esa frase tratando de convencerte de cómo pasar ese día, uno más, un día que, sin embargo, parece saltar como un anuncio de neón en el camino que te toca vivir. Ahí está, parpadeando, esa fecha, un año, un número que has visto mil veces en mil papeles que habrías querido quemar. Parpadea otra vez y reaparecen los fantasmas, los recuerdos, las voces del peor día de tu vida.

Entonces pienso en los niños, en lo que decimos del miedo, que es oscuro y que no te deja ver y por eso hay que fijarse. El neón me da miedo, me da miedo el dolor tan grande que representa, porque lo conozco, lo he vivido y sé que es desgarrador. Pero puedo echar la vista atrás y ver cómo he llegado hasta aquí. Me he levantado, he llorado, he sufrido y he vivido ese primer año de primeras veces lleno de tristeza y dolor. Pero también están las primeras risas, esas que un día salen de verdad, y sé que la montaña que queda por subir es muy empinada, pero no está oscura, siento la luz que la ilumina y me ayuda a subir. "




8 comentarios:

Carmen dijo...

Eres muy valiente. Aquí estamos todos a tu lado y te aseguro que no hay nada que nos guste más que compartir esas risas contigo. Un beso muy fuerte.

Sole dijo...

Y seguirán pasando y habrá fechas que te aparezcan sin esperarlo...
Eres fuerte y valiente, lo demuestras día a día, pero llorar, desahogarte y sentirte vacía a veces es parte de esa fuerza...
Como siempre te digo todos te queremos muchísimo y aquí estamos siempre que nos necesites.
Un beso muy grande.
Sole

Patricia dijo...

Cuñada, has expresado perfectamente lo que sentimos. Yo tampoco quiero darle importancia a las fechas y sin embargo, ahí está, no cabe negarlo.
Creo que hemos hecho muchas cosas bien como familia, que estar todos juntos tantas veces nos ha hecho fuertes porque la compañía nos une y el saberte querido y apoyado te hace ser capaz de seguir adelante y superar muchos obstáculos que al principio parecían infinitos.
Para mí, este camino ha supuesto muchas sorpresas de tristeza, las que más duelen son las que no me espero. Y ya muchas veces me ha pasado que al poco, veo el mismo hecho de otra manera, normalmente porque alguien me ha ayudado a mirar de distinta forma. Así, te conté que cuando empecé a estudiar portugués me asaltaba la gran tristeza en la clase al recordar que Jorge me había enseñado a decir "onde fica" o cualquier otra anécdota de esos años. Y, sin embargo, cuando Mark me recordó lo divertido que fue cuando nos enseñó lo que significaba "sério?" al contarlo en clase me pareció un recuerdo maravilloso. Jorge, Mark y yo riéndonos en el Kinoplés (no sé ni escribirlo). Desde entonces me hace mucho bien ir a clase portugués porque algo ha cambiado y los pensamientos que me trae me hacen sentir contenta la mayoría de las veces.
Creo que es porque he visto que la montaña no está tan oscura.

Unknown dijo...

Todo transcurre con días muy difíciles y lo vamos pasando como podemos, con cariño y mucho apoyo de todos los que te queremos.

El tito Paco dijo...

Revivir desde los mismos lugares y saber el peso de las horas; pero no quere.os quedarnos con eso. El tiempo, que oculta y engaña, no puede mentir en lo que más importa: los niños crecen y añaden a la vida su dimensión propia. Es un viaje abierto a la ilusión y lleno de cariño. Es un viaje que pueden hacer por la ayuda de todos, porque ese ejemplo quedará con ellos siempre. Gracias, Elvira, por enseñarnos a mirar hacia adelante.

El tito Paco dijo...

Elvira es un nombre germánico que significa "mujer grande y fuerte". No ha podido ser más apropiado.

Chelo dijo...

Hola SOLete, llevo meses desconectada de este mundillo bloguero, y en mi primera visita a tu blog me quedo con el corazón encogido. Supongo que hablas de una pérdida, y aunque fui al post que señalas del pasado año, no acierto a adivinar.
Pero no es saber de que se trata lo que quiero. Lo que quiero es dejarte mi huella virtual de ánimo ante lo que imagino un vacío importante y que duele.
Un abrazo y por aquí seguiré.

Chelo dijo...

Ya, Sol, acabo de caer en la cuenta.
Otro abrazo enorme.