martes, 19 de abril de 2016

Relato familiar

Desde hace muchos años, ni sé cuántos, posiblemente sea algo que venga desde el tiempo de mis abuelos, una vez al año, los tíos y primos de mi madre, por vía paterna, organizan una comida. Comer, además de ser algo que conviene hacer a diario, siempre es una buena excusa para juntarse. Se decide una fecha, un sitio y allí van todos, y ese plan tan sencillo mueve a mucha gente, más de cincuenta, porque, con el tiempo, esa reunión ha pasado a incluir a los hijos y algunos nietos aunque, también con el tiempo, mis tíos-abuelos se han visto forzados a no asistir más que en espíritu. Sin embargo ese espíritu familiar está presente, con toda su fuerza, en cada reunión, aunque este año se ha intensificado aún más gracias al esfuerzo de la Señora, con la colaboración del resto.

¿Cuál ha sido la aportación de la Señora para esta ocasión? Pues nada menos que un libro de relatos familiares ilustrado con viejas fotos, y cuando digo viejas me remonto a la categoría de piezas de museo, con imágenes de mis tatarabuelos del S XIX. Esas fotos tan antiguas tienen algo especial, son una ventana abierta al tiempo, no solo muestran un retrato sino que guardan parte del pasado grabado en el papel, es una sensación extraña que te impulsa a estudiar la imagen casi conteniendo la respiración, como cuando se persigue algo oculto que se quiere evitar que escape.

El libro es una maravilla, la Señora lo ha escrito con cariño, con frases cuidadas y sencillas que mantienen un ritmo constante, sin decaer. Es de esos textos que es un placer leer y al que se le añade el interés de las imágenes. Esa misma noche me entregué a su lectura y disfruté como una enana, no paré hasta que lo terminé y, desde entonces, lo he consultado varias veces. La maquetación la hizo mi primo y es una preciosidad. Para comenzar su crónica, la Señora se ha remontado al pasado, a casi 200 años atrás. De las tierras de Baeza ha viajado a Rus, a Canena, a Linares para llegar a Madrid y regresar a Linares. De los orígenes casi olvidados de su tatarabuelo, pasa a su bisabuelo y de ahí se centra en sus abuelos. En la segunda parte del libro los protagonistas son su propio padre y sus tíos. Ha recopilado las anécdotas que han salido a relucir en las conversaciones familiares de estos años, recuerdos plagados de personajes reales que parecen sacados de una novela, tantos y con tantas historias que incluso resulta difícil seguir el hilo y más aún relacionar los vínculos que los unen entre sí. Ha rellenado los huecos que faltaban gracias a la colaboración y la memoria de sus primos. Hay verdaderas aventuras, como el encuentro de mi bisabuelo con un famoso bandolero en las cuevas de Giribaile (ahora un pantano), donde ambos buscaban refugiarse de la tormenta. Mi relato favorito es el del acto heroico, que tuvo lugar durante la guerra, en el que un compañero rescató a mi tío-abuelo Pepe, herido de un balazo en el abdomen, y cargó con él durante kilómetros hasta llevarle a un hospital. Es entrañable el momento en que mi tatarabuela se hace cargo de una chiquilla melliza para amamantarla junto a mi bisabuela. Son narraciones sin desperdicio; hay pérdidas, dolor, lucha, romances, buenos momentos, apoyo, confianza y mucho cariño, de ese cariño que significa estar allí para contar con uno. Los relatos de esta crónica son un ejemplo de entereza, de actitud positiva ante la vida y de verdadera bondad. Es un orgullo pertenecer a una familia así.

11 comentarios:

Unknown dijo...

Me encantaría verlo. Me lo enseñarás algún día?

el tito Paco dijo...

Me alegro enormemente de que haya llegado a un fin exitoso un trabajo de tal envergadura (que sea hecho con cariño no quita que sea trabajo). Estoy desearlo verlo y espero que en algún momento ocupe su lugar en la pequeña historia de dos siglos. Sé bien la importancia que tienen estas aparentemente pequeñas aportaciones que recogen la percepción de la vida real, lejos de las historias oficiales de vencedores y vencidos. Con el mayor cariño tengo que decir que me parece que esta vez la crónica se queda corta. Naturalmente, es siempre muy de agradecer.

Sol Elarien dijo...

Sí que se ha quedado un poco corta la entrada pero me pareció que si entraba en detalles iba a tener el problema contrario y, entonces, a muchos les daría pereza leerla. Muchos besos: Sol

Chelo dijo...

Las historias familiares son todas preciosas, pues aún teniendo pasajes duros y tristes, la perspectiva del tiempo les otorga belleza.
Te ha quedado muy chulo el post, Sol, y me ha encantado lo de "sensación extraña que te impulsa a estudiar la imagen casi conteniendo la respiración", pues a mí me pasa lo mismo con fotos antiguas.
Un beso

señora dijo...

No es mi intención discrepar con el catedrático, pero la entrada me parece que no se ha quedado corta ni mucho menos. La considero muy sentida y precisa, y me satisface muchísimo que te haya gustado tanto.
Le puse tiempo y ganas, pues soy bastante lenta para todo, incluida la escritura, y en los ratos que le dediqué no se me pasó por la cabeza que este Relato pudiera llegar a ser el librito que ha sido y a tener el éxito que está teniendo. Para mí rememorar y hacer llegar a los demás lo especial que había sido la vida de esta rama de mi familia era un reto difícil que tenía el atractivo de hacer que recordara y reviviera de nuevo algo de lo que ellos fueron. Al terminar algunos episodios a veces se me quedaba un gran vacío, una cierta pena, sin embargo, la mayor parte de la historia lo que me producía era un gran gozo y admiración por la vitalidad y el ánimo que traslucía. Si he sido capaz de trasmitir algo de estas sensaciones, entonces doy gracias a Dios porque he acertado. O mejor dicho, hemos acertado, porque no sabéis cómo la prima Marini me ayudó a que las cosas quedaran bien hiladas y luego Juan le puso el broche de oro con la parte fotográfica, que él ha cuidado de modo especial.

Javier Medina dijo...

Qué interesante. Tomo nota, esto hay que copiarlo con descaro.
Besos

Anónimo dijo...

Me quedé con muchas ganas de ir al evento familiar que no me suelo perder ni un año, sabía que el acontecimiento del libro es algo que nos entusiasmaría a todos los miembros, hasta llamé a mi tía, la señora, para disculpar mi ausencia.
Primi, me gusta mucho la entrada porque entrega un poco de lo que se vivió el fin de semana y me acerca al libro que estoy deseando tener. Mis primos, los que habían ido, nos iban enviado al grupo de los q no estábamos presentes fotos de algunos recuerdos entrañables.
Señora, ya tengo mi libro pedido que estará, como todo lo que vivimos juntos, en el mejor lugar, atesorado en en mi corazón. Gracias Tita.

Sol Elarien dijo...

Me alegro de que os haya gustado la entrada, es solo un aperitivo del libro pero también quería dejar en el blog un reconocimiento a todo el trabajo que lleva.
Chelo es cierto que con el tiempo se recuerda más lo bueno y se olvida la parte dura, pero creo que es mejor que sea así, olvidar lo malo ayuda a salir adelante.
Javier, que sepas que House está de acuerdo en lo de copiar la idea (y en cuanto le enseñe el resultado a Mary seguro que se apunta).
Primi, ya verás qué bonito es el libro. Te va a encantar.
Besos: Sol.

Carmen dijo...

Fue un placer compartir el fin de semana con tantas personas a las que quiero. Hacía muchos años que no pasaba tiempo a solas con mi hermana y disfrutaba de ella entre confidencias y peculiaridades de ese carácter tan extremo que nos hace quererla como es y reírnos con ella al cabo de los años de tantas anécdotas que va generando a su paso.
Del libro...¿Qué puedo decir? Lo que he visto y leído de momento supera con creces todas mis expectativas, mi primo Juan ha hecho un trabajo fantástico y un diseño con muchísimo gusto y la señora escribe como ella es: sencilla, sin redundancias, pasando a tu lado con cuidado, cariño y discreción.
Sé que los que nos ven o nos perciben desde el más allá, estarán orgullosos de que se les haya tratado con tanto cariño y respeto, intentando verles desde la perspectiva de su tiempo, sin juzgarlos, sin modernizaros falsa y erróneamente.
Me consta que hay muchos huecos sin rellenar, capítulos y personas que se han quedado a medio vestir pero quizás esta sea la primera edición de una historia sólo empezada y su lectura avive el recuerdo de otras mentes que escucharon historias semejantes de distintas bocas y en otras sobremesas.
Enhorabuena a todos los creadores de este libro, gracias a ellos muchas personas nunca morirán para nosotros ni para generaciones venideras.

Estrella Amaranto dijo...

Me he quedado gratamente sorprendida, Sol, con esta entrada de tema familiar, pero que me ha resultado apasionante y por supuesto me ha pillado de improviso, ya que desconocía esta historia familiar tan creativa y literaria.
Ya ves que empiezo a asomar mi naricilla por tu estupendo blog, aunque ando bastante ocupada siempre con tantas actividades virtuales que me privan de tantas lecturas como esta, tan curiosa e interesante.
Gracias por compartirlo.
Un cordial saludo

Sol Elarien dijo...

Gracias Estrella, fue una reunión muy bonita y el libro ha sido todo un éxito, nadie de la familia quería quedarse sin él (y no somos pocos).