lunes, 24 de septiembre de 2012

El hada azul de la tita Mercedes

Sophie Anderson "Head of a Nymph"
Hay cosas que nunca deben perderse. Recuerdo el encanto que rodeaba siempre la historia del hada azul de la tita Mercedes. Los primos no nos cansábamos nunca de escucharla y ella no se negaba a nuestras peticiones. La recitaba con su voz dulce, a veces cuando estábamos todos los chiquillos reunidos en el porche y, otras veces, en la penumbra del dormitorio cuando subía a darnos un beso de buenas noches. Sus suaves palabras sonaban a modo de canción de cuna. En el caluroso sopor de las noches del verano linarense, la brisa hacía ondear las cortinas de los balcones abiertos, como si formasen parte de la túnica de tul del hada que deseara colarse a escuchar el musical poema. Nuestra imaginación reproducía cada escena de la historia y nuestra mente guardaba celosamente cada susurro. 

EL HADA AZUL

Cierta vez el hada azul
quiso a la tierra bajar
y se mandó preparar
su gran carroza de tul.
Al montarse en el carruaje
dijo el hada para sí:
A cada mujer
de las distintas naciones
le he de otorgar tantos dones
como pueda conceder.

Bajó aquí sin dilación,
tocó su cuerno Amarante
y reuniéronse al instante
una de cada nación.

Llamó y dijo a la italiana:
Tú tendrás ardientes ojos
y tendrás labios tan rojos
que parecerán de grana.
Por tu cutis nacarado
-le dijo a la inglesa- serás, 
un tesoro codiciado
entre todas las demás.
Por tus nacarados dientes
-díjole a la austriaca luego-
verás quemar en el fuego
de amor a tus pretendientes.

A la mujer parisién
le dio suma distinción,
elegancia, corrección ...
¡y hasta corazón también!
Y así fue haciendo lo mismo
pródiga con todas ellas,
repartiendo entre las bellas:
a una ingenio, a otra blancura,
y, a esa otra, un alma pura.

Así acabó con sus dones,
que entre todas repartió,
cuando al terminar salió,
de entre todas las naciones,
una gallarda manola,
muy joven, casi chiquilla,
que lucía una mantilla
de rica blonda española,
y que acercándosele al Hada,
ruborosa dijo así:
«Según veo, para mí
no me habéis guardado nada.»

Quedóse el hada un momento
suspensa de admiración
y fijando su atención,
con cariño preguntó:
«¿Qué puedes tú desear
que yo te pueda otorgar?
¿Tienes algo que envidiar
a todas estas mujeres?
¿No tienes el pelo acaso
negro, abundante y hermoso?
¿No tienes cutis de raso?
¿No tienes el porte airoso?
Entonces, ¿qué quieres?, di,
¡si aún juntando a todas ellas!
resultarán menos bellas que tú.

Sin embargo- dijo el hada-
yo no quiero que al marcharme
tengas porqué lamentarte
de que no te he dado nada.»
Y mirando a la manola,
dijo alzando más el tono:
«A ver, que traigan un trono
a esta mujer española.»
Y en este cuento me fundo,
si es que este cuento no engaña,
para decir que en España
está lo mejor del mundo.


Hoy sería el santo de la tita, además del de todas las Mercedes de la familia (y de fuera de ella). ¡Muchas Felicidades!

4 comentarios:

Pacuelo dijo...

Cuando leo el poema es la voz de la tita la que aparece en mi cabeza, sus gestos en las diferentes partes y al final, recuerdo como sonreía y nosotros devolvíamos esa sonrisa.
¡Felicidades Mercedes!

El tito Paco dijo...

Muchas gracias, Grumpy, por este poema, que tantos recuerdos nos trae.
Es un poema muy citado (hay muchos ejemplos en internet)y se puede editar para corregir los desajustes de metro y rima de la versión oral.
Una de las cosas que no consigo resolver es el paso de Amaltea a Amarante (es un nombre propio, debe ir en mayúscula).
En la mitología griega, la cabra Amaltea crio a Zeus con su leche. De niño, mientras jugaba con uno de sus rayos, Zeus rompió -sin querer- uno de los cuernos de la cabra.
Para compensar a Amaltea, Zeus confirió poder al cuerno roto para que, a quien lo poseyera, se le concediese todo lo que deseara.
De ahí surgió la leyenda de la cornucopia (cornu en latín significa cuerno y copia significa abundancia). Las representaciones originales eran del cuerno de la cabra lleno de frutas y flores. A varias deidades, especialmente a Fortuna, se las representaba con el cuerno de la abundancia.
Aunque Amarante existe como nombre de persona y de lugar (y de una planta), no consigo encontrar la relación entre Amarante y Amaltea, que sin duda existe, ni cómo la versión del hada azul opta por Amarante, como la rima deja claro.
Muchas felicidades a las Mercedes.

Anónimo dijo...

Muchas felicidades a las Mercedes!
Gracias Groumpy por acercarnos otra vez a nuestra niñez. Pal

Anónimo dijo...

¡¡¡¡Felicidades tita Mercedes!!!
Un beso a Grumpy, a Pacuelo, al tito Paco(muy bonita aclaración, ya nos contarás lo de amarante)y a nuestra hija
Y&G