lunes, 9 de mayo de 2016

La montaña sueña

Mi montaña sueña... Desea tocar las estrellas y alojarse en una de ellas. Saltar de planeta en planeta, sin verse atada a la tierra, sin quedarse nunca quieta. Pretende ser, por una noche, cola de cometa.

Mi montaña sueña... Quiere convertirse en nube, abrasarse con el sol, fundirse en rayo de fuego y volver con un destello que rasgue el cielo. 

Mi montaña se estremece. Es el temblor de una lucha, de un afán de rebeldía, de un ansia por libertad. Mi montaña es un volcán.

Aún sueño con mi montaña, veo la cumbre que resplandece antes de su despedida y no pierdo la esperanza de que un día regrese.

Sueño, aunque sueñe en vano y, al despuntar la mañana, cuando la luz despierte en el agua, tras el salto de mi cascada, no haya nada. 

5 comentarios:

señora dijo...

Siento que esa montaña, tan variada, tan llena de fuerza, desaparezca. Es un reto tan atrayente.....

Carmen dijo...

¡Es una pena querer ser lo que no se es! Se vive mucho más feliz disfrutando de lo que uno es y tiene ¡Pobre montaña! Me recuerda a muchas personas desgraciadas que tienen toda la belleza en su interior y exterior pero no son capaces de verla ni de compartirla con los demás por el tiempo que dedican a pensar en los cuatro arbolitos que les faltan o en ese pedacito que se les ha quemado.

Chelo dijo...

Parece un sueño tuyo en el que las montañas sueñan y sienten, y desaperecen como el mismo sueño.
Preciosos versos en forma de prosa, ¡qué bien se te da!
Un beso

Sol Elarien dijo...

¡Qué importantes son los sueños! Me encanta soñar despierta, solo hay que mirar a los árboles, las montañas, el mar, la luna y el cielo para que la imaginación se desate.
Besos.

ELVIRA dijo...

Vaya, otra vez que no se graba mi comentario desde el móvil.....
creo que la montaña no desaparece, sino que se transforma. Besos