La otra tarde quedé para merendar con una de mis amigas ( si hubiéramos pretendido impresionar a alguien lo habríamos llamado "tomar el té", aunque en realidad se trató de una infusión de frambuesa sin teína). Entre sus hijos y la lluvia nos decidimos por un plan tranquilo y hogareño. Cuando llegué a su casa me la encontré con el delantal puesto. Este hecho me sorprendió ya que nunca ha sido demasiado aficionada a los dulces. Me explicó que, últimamente, le ha entrado la añoranza por los olores de su infancia y dado que su madre, polaca, sigue viviendo allí, no le resulta factible encargarle un pastel cuando se siente nostálgica. Es por ello por lo que se ha decidido a hacer sus pinitos con la repostería. Para evitar disparar el colesterol de su familia, ha buscado versiones de recetas algo más sanas con las que deleitarles. Más que dispuesta a colaborar, me puse otro delantal y juntas preparamos una versión de cookies al aceite de oliva que estaban de muerte. Quedaron tiernas por dentro, sin estar crudas, y tostadas y crujientes por fuera. Lo mejor de todo es que disfrutamos con el recuerdo de la infancia de ambas: los aromas de la cocina de su madre y el aceite de la tierra de la mía.
INGREDIENTES (para unas 24 galletas)
1 vaso de harina tamizada con media cucharadita de sal y otra media de levadura química o bicarbonato.
3/4 vaso azúcar moreno
Vainilla
2 cucharadas soperas de aceite de oliva
2 huevos pequeños o 1 grande
Chips de chocolate (en nuestro caso Mercadona)
PREPARACIÓN
Mezclar el aceite con el azúcar, la vainilla y los huevos. Añadir la harina tamizada. Se puede usar la batidora pero nosotras lo revolvimos con ayuda de un tenedor y de los propios dedos. Cuando la masa esté cremosa, poner los chips de chocolate en abundancia (aún así nos sobró medio paquete)
Cubrir la bandeja de horno con papel sin engrasar. Echar montoncitos del tamaño de una cucharadita colmada. Deben quedar separados un par de dedos entre sí para evitar que las galletas se peguen unas con otras al expandirse (suelen caber unas 12 galletas en una bandeja normal)
Cocer a 190º unos 10 minutos (horno precalentado).
Saldrán blandas pero hay que tener en cuenta que luego endurecen. Hicimos dos hornadas. La primera estuvo 9 minutos y quedaron más blancas y más tiernas. La segunda estuvo 10 y el resultado fue más dorado y más crujiente por fuera. Personalmente me decanto por las primeras y mi amiga por las segundas. Su hijo mayor decidió escoger una vez diese cuenta de una muestra estadísticamente representativa de ambas.
Saldrán blandas pero hay que tener en cuenta que luego endurecen. Hicimos dos hornadas. La primera estuvo 9 minutos y quedaron más blancas y más tiernas. La segunda estuvo 10 y el resultado fue más dorado y más crujiente por fuera. Personalmente me decanto por las primeras y mi amiga por las segundas. Su hijo mayor decidió escoger una vez diese cuenta de una muestra estadísticamente representativa de ambas.
2 comentarios:
No sé si me han quedado bien, si me traes una docenita comparamos.
Besosss
UHHH!!!! Las probaré ...la receta tiene muy buena pinta.Que disfrutes el puente o lo que queda de el .Besos
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