viernes, 20 de abril de 2012

¡Feliz cumpleaños tito Fernández!

El tito Fernández dice que a él nunca le pasa nada gracioso, al menos no como a su cuñado que necesitaría un blog completo tan sólo para sus anécdotas. Comparativamente hablando puede que, efectivamente, no le ocurran demasiadas cosas, pero sólo comparativamente.

El tito es un encanto, en eso hay unanimidad. Se toma las cosas con calma, con tanta, que incluso su cumpleaños dura dos días en lugar de uno. Empezó a nacer tal día como hoy, 20 de Abril y, con su habitual parsimonia, terminó de hacerlo el 21. Da gusto estar con él, aunque conviene eludir el compartir con él un par de actividades concretas, hecho que una aprende cuando le conoce.

La primera tarea a evitar es una que me apasiona y se trata ni más ni menos que "ir de compras". Puede que yo sepa dónde encontrar las cosas, pero esas que no aparecen ni buscándolas debajo de las piedras, esas son las que consigue el tito Fernández. ¿Cómo lo hace? Comúnmente se conoce como paciencia y perseverancia. En la práctica consiste en llegar al supermercado después de comer y quedarse en él mientras se recorren meticulosamente sus pasillos hasta que suena la frase que mis primos repetían a modo de papagayos cuando eran pequeños: "Estimados clientes, les informamos que Pryca cerrará sus puertas a las 21h". Por supuesto, la tenían más que memorizada de acompañar a su padre a hacer la compra. Ni que decir tiene que mi tía jamás iba con él, hecho que, según afirma la acusada, se debe a que "nunca le ha gustado ir de compras".

La tranquila insistencia de mi tío se traduce con frecuencia en que, tras pasar varias horas en la tienda, sin alterarse en absoluto, de repente, aparece surgido de la nada, aquello que nadie más ha sido capaz de hallar en anteriores pesquisas. Esto ocurrió con la goma de la olla de la casa de mi padre en Roma. Tanto mi padre como mi hermanita habían recorrido todas las ferreterías romanas en su búsqueda. El primer día de la visita del Fernández, salió a dar un paseo y, a la vuelta, apareció con la goma. Estoy convencida de que el ferretero le dio la suya propia para quitárselo de encima y poder cerrar.

La segunda situación a evitar es la de "viajar en coche bajo su conducción". En este trance me he visto envuelta en dos ocasiones. En la primera era bastante pequeña y el itinerario me era desconocido. El recorrido previsto era Madrid-Santa Pola. Desde entonces siempre he pensado que Santa Pola quedaba lejísimos. Semejante idea se debió al hecho de que llegamos a hacer noche en el camino. Después he averiguado que, posiblemente, se tratase de algún hotel con encanto que mi  tío deseaba visitar y aprovechó el viaje para hacerlo. El desviarnos ligeramente de la ruta carecía de importancia.

La segunda vez el recorrido fue el architrillado Linares-Madrid en el que, por norma general, se tarda menos de 3 horas. ¡Tardamos 7 y sin atasco! Eso sí, hicimos turismo en la excursión. El trecho Linares- Guarromán, de 10 km a través de olivos, transcurrió sin incidencias. Al llegar a Guarromán nos paramos en una gasolinera. Esto no tendría nada de raro si no fuese porque no puso gasolina, sino que entró en la tienda y compró unas cerillas largas que "sólo tenían allí" (no me quiero ni figurar cómo había alcanzado semejante conclusión). De ahí nos dirigimos a la gasolinera, situada justamente enfrente, donde repostamos. Luego, hicimos unos metros por la calle principal y, antes de salir del pueblo, aparcó para comprar los típicos pasteles de hojaldre del lugar. En La Carolina, a 12 km, hicimos una nueva parada ¡No se podía entrar en Despeñaperros sin haber descansado un rato!


Pasamos Despeñaperros del tirón y, una vez superado el puerto, en Almuradiel, hubo que bajarse a reponer las debilitadas fuerzas, supongo que por culpa de las curvas, y nos tomamos una Coca-Cola. Lo mejor fue cuando dijo que, la Coca-Cola de ese bar en concreto, sabía mejor que en ningún otro lado. Para entonces estaba convencida de que lo había decidido tras probar las del resto de todas las cafeterías de carretera.

Estábamos en la Mancha así que, un poco más allá, compramos queso, para lo cual añadimos un par de paradas a las que ya llevábamos (así tenían distinta denominación de origen). Nos detuvimos en sitios que ya conocía (y que le conocían). Nos desviamos para visitar un pueblo de interés monumental (que la cultura nunca está de más). También paramos en Aranjuez que, ¡pasar por delante y no darse un paseo por el jardín del Príncipe era un verdadero crimen! Para entonces una pensaba que tenía un buen móvil para cometer un auténtico crimen, de asesinato en este caso. Seguro que el juez lo habría entendido y habría encontrado circunstancias atenuantes. No me extraña que mis primos, en cuanto se sacaron el carnet, insistiesen en ser ellos los conductores en los viajes.

5 comentarios:

Pacuelo dijo...

El arte de la parsimonia, ¡felicidades tito!

Anónimo dijo...

Me ha encantado el relato, la verdad que lo has retratado fenomenal. El domingo nos vamos para celebrar el cumple a Praga y a Viena, una semanita, pero no vamos en coche porque con una semana no llegaríamos ni a la frontera con Francia.

Un beso. Tita Merche.

Francisco Marcos Marín dijo...

Excelente retrato, Grumpy, y es que las decripciones de personas es de lo que mejor te queda, familia o no. Por cierto, la Señora ha tenido que vérselas hoy con la lavadora de marras (llegó Charles) y tuvo que ser éste quien la abriera. Lo que toca hoy, desde luego, es felicitar al tito Fernández con todo cariño. Recomendaremos a la tita Merche que no vayan de Praga a Viena en coche, queremos que regresen a Madrid antes de Navidad. Un fuerte abrazo.

José Miguel Díaz dijo...

¡Qué grande! Muchas felicidades Tito José.
Aún recuerdo, hace ya muchos años, Posti y yo nos quedamos un fin de semana en casa de los Tatos aprovechando que JMD estaba corriendo la maratón. Recuerdo que nos llevó al aeropuerto a comer unas patatas fritas, gruesas y deliciosas que según el "ojomeneado" solo se encontraban allí. De vuelta nos encontramos con Penélope Cruz, que por aquellos entonces no era tan mediática. La cuestión es que esa aventurilla nos pareció una pasada, sobre todo porque Posti y el que suscribe lo más lejos que habían ido en su vida era a coger espárragos :)
Te deseo un feliz cumpleaños.
Un abrazo.

billete dijo...

Que bueno Sol!.Efectivamente es así. Un dia que nos ibamos todos un finde a Linares,cuando llegaros Los Fernandez a casa de Marisol le preguntamos que tal el viaje...pues muy muy aburrido he tardado menos de 3 hora. Con esas palabras se simplifica todo lo que consiste hacer un viaje con el tito Jose Luis sin contar lo entusiasta que se pone cuando le organizo un viaje con nieve y hielo.
Pero tambien es verdad que es todo un lujo tenerlo como cuñado, es un gran resolvedor de problemas,solo tienes que tirar de telefono y en 5 minutos lo tienes en casa. es una bellisima persona siempre se posiciona al lado positivo de las cosas.
Dijo Thomas Jefferson," no hay talento mas valioso que el de no usar dos palabras cuando basta una
Felicidades Tito