Ante las preguntas de la tita de:
- ¿Quién ha roto esa maceta? (al ver los restos de tierra derramados por el porche. El balón, responsable del accidente, ya había sido cuidadosamente retirado y guardado hasta que cediese la tormenta).
- ¿Quién ha cogido las tijeras que había dejado encima de la mesa? (es posible que con ellas se hubiesen llevado a cabo labores innecesarias de corte y confección o ciertas prácticas de peluquería que no solían ser muy del agrado de nuestros padres)
- ¿Quién ha ensuciado el pasillo? (las múltiples huellas de pisadas y nuestras zapatillas llenas de barro señalaban que no había un único responsable)
Pese a la evidencia de las pruebas incriminatorias, la respuesta habitual era:
- Ha sido "Merchita" la de la granja.
La denuncia solía emitirla uno de los involucrados en cuestión. Poco importaba que la niña no hubiese aparecido por allí en todo el día. Indefectiblemente, era ella la acusada. Claro que los mayores no eran tontos y nuestra estrategia no siempre funcionaba.
Hay que reconocer que la chiquilla, con sus travesuras, era en parte merecedora de la fama que el resto le asignaba. Si bien es cierto que no era la única culpable de todas las fechorías, también lo es que, probablemente, hubiese participado activamente en ellas. Supongo que es por ello por lo que nuestros padres se tragaban aquel chivatazo.
Uno de sus hijos ha heredado sus rasgos angelicales y su tendencia a las diabluras. No sé si sus primos también le utilizan para librarse de los castigos. Lo que sí sé es que su progenie la mantiene bastante ocupada y se prodiga poco. Espero que sus pequeños la obsequien con un día de comportamiento ejemplar y que, al menos, disfrute de unas horas de tranquilidad para leer los mensajes de toda la familia (lo que requiere un buen rato).
¡FELIZ CUMPLEAÑOS MERCHITA!
1 comentario:
muchisiams gracias prima, me alegra mucho que os acordeis de mi todos,un beso muy fuerte para todos y mil gracias
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