sábado, 21 de junio de 2014

Carta desde Dambil

Querida Elarien:
Me gustaría compartir contigo un poco de lo que sucedió ayer, día en que terminábamos el curso, con nuestras historias y nuestras aventuras en Dambil. No te puedes ni imaginar la inmensa emoción que reinaba en nuestra aula cuando leíamos el desenlace. Como de costumbre, leíamos por turnos un fragmento en voz alta, pero ayer esa tarea no fue sencilla, a muchos se le quebraba la voz, otros leían rápido a causa de los nervios…"¡Profe, qué estoy muy nervioso!" se excusaban algunos visiblemente alterados. Mi Quique estuvo conteniendo la respiración hasta que su idolatrada Elarien le salvaba del abrasador aliento de Dúlfenor (que sepas que desde la distancia tienes muchos admiradores) Al finalizar la historia, todos lloraban. Es cuando te das cuenta de que ese grupo de 18 personas, tras un largo curso con muchísimo trabajo, se van a sus casas con una lección aprendida: la palabra escrita, con talento e imaginación, tiene el poder de conmover los corazones, crispar los nervios por el miedo y de transportarnos a lugares maravillosos donde seguir soñando.

Muchos compañeros de profesión me han tachado de "loco", e incluso muchos padres. Hace tan solo una semana, recibí una madre que se deshizo en halagos hacia mi persona (supongo que hay que quitarle el 21% de "peloteo" o tal vez más) y me decía:
"Te tengo que confesar que al principio no me gustabas nada, con tus juegos y con tus cartas…pero has conseguido que mi hija vuelva a leer y todas las semanas tengo que comprarle un nuevo libro porque los devora"
Nos podrán bajar el sueldo y machacarnos a críticas, que luego llega una madre, te dice eso y das por bueno todo el esfuerzo realizado. Ese día te vas a tu casa con algo mucho más valioso que cualquier billete: la satisfacción personal de haber cambiado algo.

Todo lo que sucede durante el curso, siempre me hace reflexionar y sacar conclusiones para mejorar mi forma de enseñar. No hace mucho, explicaba en este blog que la clave está partir de la premisa: hay que crear necesidades en el alumno, la necesidad de seguir leyendo, de seguir escribiendo…etc. Este curso, me apunto otra, tan simple que la obviamos en extremo o la damos por sentada sin llegar cumplirla, lo decía Séneca: "Largo es el camino de la enseñanza por medio de teorías; breve y eficaz por medio de ejemplos." Los profesores y maestros tratamos de enseñar a escribir recurriendo a sistemas que no llevan a ninguna parte, ¿de qué sirve preguntar en un examen la definición de hipérbole o solicitar que identifiquen una metáfora en un texto ya definido? No hay nada más significativo que elaborar tú mismo esos propios recursos, es la única manera de entenderlos y de interiorizarlos. Los maestros tenemos la obligación de ser los primeros en lanzarnos al charco, de mostrar el camino escribiendo. Es sorprendente ver como responden y como tratan de imitar tus pasos. Con eso me quedo este curso.

Finalmente, muchas gracias Elarien, por estar ahí y apoyar mi blog, por enseñarme a mejorar, por tus consejos y por tus motivadores comentarios.
Un beso muy fuerte
¡Por Dambil!

5 comentarios:

Sol Elarien dijo...

Querido Titón: He disfrutado tanto como tus alumnos con tus historias, y con las suyas. Siempre me las leía un par de veces, por lo menos, la primera como una flecha para aliviar la intriga con lo que me tenías desde hacía una semana y la segunda más despacio para enterarme de todo. Luego me repasaba todos los comentarios y me encantaba comprobar que los chiquillos estaban tan enganchados como yo. Muchos besos: Sol.

el tito Paco dijo...

Como dirían nuestros amigos Mariela y Carlitos, ¡esto es de diez! Enhorabuena. En el mundo educativo el mayor ejercicio de paciencia no se hace con los alumnos, sino con los dos entornos, el de uno y el de los estudiantes. Los alumnos tienen un curso para ir variando de opinión, padres y colegas suelen fijar la del primer día. Que la cambien a positivo es un gran éxito. Lástima el agujero que se te queda en la lengua de tanto mordértela.

Señora dijo...

Enhorabuena por esos resultados, Titón. No sabes lo que me alegro de que en este final de curso hayas recogido una cosecha tan enorme de alumnos enganchados y motivados. Tienes una imaginación tan poderosa y tan creativa que los muchachos difícilmente se resisten a su atractivo y eso sabemos que no es nada frecuente. Me alegro muchísimo de que cultives una faceta tan complicada y te animo a que de un modo u otro sigas poniendo en práctica esa vena tan rica e innovadora.

José Miguel Díaz dijo...

Con comentarios de estos, la motivación esta por las nubes, aún quedan unos días para concluir definitivamente el curso y ya estoy deseando de que llegue septiempre...bueno tampoco hay que pasarse, hay que descansar un poco:)
Muchas gracias a todos, es increíblemente valioso contar con vuestro apoyo.
Muchos besos

Elvis dijo...

Ay, qué mayor me he hecho mi titoncete.... y qué orgullosa. Me parece un proyecto precioso, con objetivos claros y atemporales pero utilizando las herramientas punteras con las que los alumnos se sienten cómodos. ¡Enhorabuena Maestro!