La confianza es un puente. Es algo que construimos pero cuyo material de construcción no pesa. Cada pilar aligera la carga interna que nos agobia, cada cable libera la tensión que mantenemos respecto al resto. Es la base de nuestra relación con el mundo. Es un soporte que nos da estabilidad y nos permite avanzar, salvar obstáculos, enfrentarnos a lo desconocido, no bloquearnos. Cada paso adelante nos abre nuevos caminos, perspectivas diferentes, posibilidades inimaginables. Aprendemos que no todo depende de nosotros pero nuestro "núcleo de confianza" nos aporta la fuerza necesaria para convivir con aquello que no somos capaces de controlar.
1 comentario:
La confianza que tengamos en los demás se sustenta en la que tenemos en nosotros mismos. Confiar en uno mismo es fundamental para no ver un enemigo o un rival en cada rostro que nos mira. Buena reflexión, Sol, como todas las tuyas. Un beso.
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