La Exposición de Javier Comas

"Mar Egeo" por Javier Comas

Al ver ayer la exposición de Javier Comás me quedé impresionada. Es difícil hacerle justicia como se merece porque es verdaderamente magnífica en todos los sentidos. No sólo es una muestra increíble de creatividad y originalidad, sino que, a través de su bellísima estética, consigue conectar con el espectador y transmitirle la idea en la que se inspira su trabajo.

Nos enseñó su "hijo predilecto": el Mar Egeo. Bajo un cielo nocturno las olas azules se levantan y dejan entrever el latido y la fuerza de los dioses bajo sus aguas. ¡Fantástico! Al lado había una pequeña pieza titulada "Ritmos indiscretos" en la que, a través de pequeñas ventanas, la luna, delicada, redonda, transparente y teñida de preciosos tonos, se asomaba a la sala. El resto de la serie "Ritmos", engañósamente sencilla, se distribuía por la habitación marcando la partitura de la exhibición al tiempo que, los ojos de sus retinas, vigilaban el recinto.

Las piezas de Enlazez infinitos y the Other Faces están dispuestas según un intricado entramado, en el que cada cuadro forma una parte de un todo, en el Javier expresa, con auténtica genialidad, el paralelismo antagónico y la asociación entre la cara luminosa y la oscura, no sólo de las redes sociales, sino de la propia naturaleza humana. Es una obra muy compleja en su concepción que Javier plasma con brillantez haciendo gala de una increíble visión y de un inmenso talento. El espectador, al verla, queda impresionado por su grandiosidad, sus maravillosos colores y formas. Recorre fascinado el camino que le conduce de un cuadro al siguiente, hasta llegar al "antifaz" que conecta las dos facetas, y que le observa, y logra comprender con facilidad la intención del artista. Se vienen a la memoria reminiscencias de Chagall, contrastes de Matisse  e, incluso, el puntillismo colorista de Seurat.

El soldadito de plomo de "La Elección", de la serie Desenlazes, en una composición en 4 partes, cada una llena de diferentes matices, fue una de las obras que más le gustó a mi madre. El vídeo con el que ilustró la música de Eloy Terrero, basado en la ondulación del mar y sus corrientes, y con la que también se inspiró para realizar una magnífica cascada, resultó igual de hipnótico que el movimiento del agua.

El ambiente en la sala fue distendido en todo momento. La concejal de cultura de Móstoles inauguró la sesión con un discurso personal, lejos de los tópicos habituales de otros políticos. Javier estaba emocionado y feliz, pendiente de sus invitados en todo momento. Espero que disfrutase todo lo que se merece.