lunes, 16 de julio de 2012

Carmen

"Flamenco Dancer" Rico Tomaso
La Carmen de Bizet era una mujer hermosa, decidida, magnética y algo casquivana. Las Cármenes de mi familia carecen de la última característica, que no de cierta coquetería, aunque esa carencia queda compensada, más que con creces, por la profusión del resto. Una de nuestras Cármenes jamás pasará desapercibida, ni siquiera al coincidir con las otras en la misma reunión. Logran mantener, todas y cada una de ellas, su particular protagonismo sin menoscabar el de las demás. Eso sí, las que no llevamos ese nombre nos tenemos que conformar con quedar relegadas a un segundo plano ante su presencia. Es mejor así, competir para compartir una parte de su estrella se me figura una tarea hercúlea y abocada al fracaso.

Una de sus grandes cualidades es la de ser inasequibles al desaliento. Cualquier idea que se les cruce por la cabeza va a ser llevada a cabo con todo el ímpetu del que sean capaces (que es mucho). No sé si vencen por hacer perecer de extenuación a sus adversarios pero el caso es que terminan, indefectiblemente, por salirse por la suya. Una vez se tiene conciencia de este hecho es aconsejable ceder y dejarse arrastrar, en lugar de tratar de oponerse y ser arrollado en el enfrentamiento.

Mi abuela quería que yo me llamase Carmen. No lo consiguió porque nací lejos y dos semanas antes de lo que me correspondía (ya entonces apuntaba maneras en relación a mi preocupación por llegar tarde a los sitios). No sé si el nombre influye mágicamente en el carácter de la persona pero, de no ser así, yo nunca habría encajado en este perfil. Más que un gran esfuerzo, habría sido preciso someterme a terapia de electroshock para inferirle a mi naturaleza algo de magnetismo. Siento el disgusto que se llevó en su momento la pobre mujer, pero Grumpy encaja mucho más con mi talante que la personalidad arrebatadora e infinítamente sociable de la mayoría de las Cármenes.

¡MUCHAS FELICIDADES A TODAS LAS CÁRMENES!

2 comentarios:

El tito Paco dijo...

Es una lista de Cármenes muy larga, en efecto. Muchas felicidades y un beso grande para cada una de ellas.

Carmen dijo...

¡Qué suerte llevar este nombre tan bonito! Si que es cierto que tenemos una personalidad que ¡madre mía! Mi hija cumple con todos las requisitos para merecer este nombre y la mayoría de las Cármenes que conozco también. ¡La pobre Inés es la que sufre las consecuencias del carácter arrollador de su hermana!
Muchos besos a todas las Cármenes de la familia y a todos los cómplices y sufridores que llevamos de la mano.