jueves, 12 de enero de 2012

¡Felicidades Capitán!



Mi primo "el capitán" reúne todas las cualidades de un oficial y un caballero y, lo que es mejor, no es un personaje de ficción. Es una gran persona, buena, inteligente, sensata, trabajadora, pacífica, paciente y tranquila. Además es buen conversador y sabe escuchar. Si todos los miembros de las Fuerzas Armadas fuesen como él, está claro que los conflictos tendrían más soluciones diplomáticas que estratégicas. Es una lástima que no sea así y que, incluso entre los "hombres de honor", a la hora de asignar puestos pasen por encima de él los recomendados por enchufe, que no tienen ni su valía ni sus puntos. Nuestro Capitán no se rinde y estudia para conseguir progresar y ganar nuevos méritos.

Hace unos meses tuvo que realizar una misión de paz en el Líbano. Antes de su marcha organizamos una pequeña "primada" sorpresa en Linares. El plan gozó de una gran acogida y nos apuntamos casi 50 personas. Se hizo necesario reservar en los Orzaez, un salón de celebraciones, amplio y con buena cocina.

Su querida esposa se encargó de mantenerle entretenido toda la mañana. Se trataba de evitar por todos los medios que se encontrase, accidentalmente, con los que habíamos bajado de Madrid, para no despertar sus sospechas. Mi prima se esforzó a conciencia y consiguió no concederle ni un sólo momento de respiro, ni de libertad. Al pobre inocente le resultó imposible hacer nada por su cuenta.  La verdad sea dicha, incluso acabó algo rebotadillo con el apretado programa. Para más inri, la excusa de la reunión en los Orzaez era un vino que daba el abuelo de su mujer, lo que no le resultaba un compromiso demasiado apetecible. Acudió casi a rastras, para cumplir con el trámite y dar carpetazo a la ajetreada mañana.

Cuando llegaron, ya estábamos todos allí. Aunque habíamos quedado a las dos y media, la mayoría se presentó a las 3 menos dos minutos porque, tal y cómo ocurrió, contaban con que hasta las tres (pasadas) no aparecería el homenajeado. Aún no me explico cómo no se encontraron con los más rezagados en la misma puerta. Pese a gritar ¡SORPRESA! a pleno pulmón a su entrada, el Capitán nos miró incrédulo sin terminar de procesar qué demonios hacíamos todos allí. Creo que ni nos oyó, y tardó unos instantes en asumir la situación. A partir de allí, vino la avalancha de besos y abrazos, aunque no nos entretuvimos demasiado que nuestros estómagos también empezaban a opinar. Nos pusimos tibios, para no perder las buenas costumbres, con un millón de aperitivos y, cuando ya no podíamos más, hicimos hueco para el plato principal y, por supuesto, el imperdonable y variado postre. Una vez saciados se sucedieron los regalos, discursos (no sólo del homenajeado, que alguno más decidió aprovechar la oportunidad para soltar su pequeña, y no tan pequeña, charla), brindis, café, tertulia.

Después de aquello nos fuimos a un pub a tomar unas copas para continuar con la sobremesa hasta pasadas las 8 de la tarde. Estuvimos relativamente "solos", en esa soledad que pueden tener 30 personas de la misma familia (ya que no todos se apuntaron a la continuación).

Aquella estancia en el Líbano es, en cierto modo, responsable de la existencia de este blog. A su vuelta, el capitán me pidió que siguiese escribiéndole porque mis divagaciones le entretenían. No toda la culpa es suya sino que, debido el aumento de mi lista de corresponsales habituales y, dado que  ninguno parecía dispuesto a prescindir de mis crónicas, finalmente pasé a hacer posts en lugar de emails.

Esperemos que no tenga que volver a alejarse tanto que le echamos mucho de menos en esos cuatro meses.

¡MUCHÍSIMAS FELICIDADES CAPITÁN!

4 comentarios:

Sole dijo...

Muchas felicidades, capitán. Recuerdo muy bien esa pequeña fiesta, fue estupenda y me trae buenos recuerdos...Soy asidua a las primadas, no he faltado a ninguna (creo) y tengo que reconocer que mi ángel fue una de las precursoras de las famosas primadas (una de sus grandes ideas, esta claro). Un beso y mis felicitaciones a Grumpy, como siempre me encanta tu entrada.

Mariajo dijo...

Por desgracia, yo me perdí esa primada tan especial, aunque despues me pusieron al día de todos los detalles. Muchas felicidades al Capitan. Y a ti, prima, gracias por este blogg que tan buenos recuerdos nos trae a todos, y que además, es una excelente guía para salir por Madrid.
Besos.

José Miguel Díaz dijo...

Muy buena entrada Grumpy...aun recuerdo aquel día, actuaciones estelares por parte del personal y el capitán sin coscarse de nada hasta su entrada triunfal en los Orzaez.
Si no fuera por las primadas y cuando cobramos la nómina...no sé que sería de nosotros.
Felicidades Mi Capitán.

Oscar dijo...

Gracias Sol por la entrada, me ha hecho mucha ilusión...me siento abrumado.

Gracias familia por los comentarios, que buenos recuerdos.

Si mis compañeros tuvieran las primadas que nosotros disfrutamos por irse de misión, lo pedirían de forma VOLUNTARIA cada 4 meses.

Sois un tesoro...lo más grande.

Os quiero.

Vuestro Oficial (y así no hay pega).