Javier Comas se ha inspirado en las retinografías, para reflejar con su arte el ritmo a través del sentido de la vista.
Esferas vibrantes que se alternan, se unen, se fragmentan y alteran sus posiciones del mismo modo que las escenas de una película cinematográfica acompañadas por los compases de su banda sonora original.
Son piezas sencillas, notas llenas de fuerza y emoción, en las que late la percusión y que, al mismo tiempo, traslucen una gran sensibilidad.
1 comentario:
Gracias! Nos vemos. El 7 a las 7. Un abrazo. Javier
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