martes, 8 de mayo de 2012

Espíritus afines

Hay amigos con los que uno se entiende sin necesidad de palabras. Despiertan un instinto de confianza inmediato que refuerza la afinidad entre ambos. Supongo que tiene relación con la jerarquía de valores personales que uno se crea a lo largo de su vida y que idealmente forjan su carácter o, al menos, guían su comportamiento. Encontrar a alguien cuyo código encaja con el propio es reconfortante y supone un gran nexo de unión. Esta conexión no implica que el carácter de ambos sea, ni mucho menos, idéntico. Cada uno mantiene su idiosincrasia, es en el punto de vista en lo que coinciden.

Tener a alguien así dentro del ambiente laboral supone una inmensa suerte. La tensión, las complicaciones, las frustraciones duelen menos y se sobrellevan mejor cuando, al cruzar una mirada, el otro deja entrever que está contigo. Por descontado, las alegrías y los triunfos,  se disfrutan más cuando se comparten.

Aunque las circunstancias separen físicamente a estos espíritus afines, el vínculo permanece. Se echará de menos la complicidad en la rutina diaria. Siempre queda el consuelo de que, actualmente, la distancia no es un obstáculo para la comunicación y, aunque sea a través del ordenador, un momento basta para ponerse al día. Eso no quita que haya épocas en las que se eche mucho de menos la presencia del amigo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, un enlace afín:
www.nietzscheana.com.ar/textos/del_amigo.htm

molinos dijo...

Los amigos complices en el entorno laboral son fundamentales..pero hay que saber tenerlos. No todo el mundo vale.

por fin he podido pasarme por aqui.

Ysabel dijo...

¡Qué gran verdad lo que dices!Tener la suerte de encontrar una persona así en el trabajo, lo hace todo mucho más llevadero. Un beso.

Anónimo dijo...

Estoy contigo, un amigo que esté a tu lado en el trabajo es un lujo,yo tengo una gran amiga que
ella no se puede imaginar lo que me ha supuesto su ayuda ,yo creo que se lo voy a contar.

Maria