miércoles, 11 de julio de 2012

Tiempo


El tiempo lo cura todo aunque para lograr este efecto terapéutico, hay que darle tiempo al tiempo. Los malos momentos pasan, las situaciones más duras se sobrellevan mejor si se le pone al mal tiempo, buena cara. Con una sonrisa se ilumina la tristeza, al tiempo que reconforta y convierte en entrañables las vivencias más amargas.

Todas las cosas llevan su tiempo. Un instante desgarrador se troca paulatinamente en una memoria agridulce que, según pasan los años, deja marcada más profundamente la huella de los buenos momentos y difumina el dolor de la pérdida. En ocasiones, la alegría y el brillo de alguien son inolvidables y perduran más allá de su paso por la vida. Su llama permanece encendida, guardada como un cálido tesoro en el interior del corazón de los que deja.  Lenta e imperceptiblemente, su claridad disipa las negras sombras de la pena, la opresión del duelo desaparece y queda sólo la nostalgia.

Se aprende de ellos a vivir el presente, cada bello y efímero segundo de este, sin aferrarse a un pasado que, durante ese lapso, se ha transformado en un dulce recuerdo que siempre formará parte de la esencia de uno. El imprevisible futuro nos sorprende con frecuencia con lo que nos depara. La incógnita forma parte de su encanto.

"TIEMPO"

Tiempo de nacer,
tiempo de llorar.
Tiempo de crecer
y tiempo de mamar.
Tiempo de jugar,
tiempo de caminar,
tiempo de caer
y tiempo de aprender.

Tiempo de hablar,
tiempo de callar,
Tiempo de conocer
y tiempo de leer.
Tiempo de entender,
tiempo de sorprender.
Tiempo de compartir
y tiempo de vivir.

Tiempo de trabajar,
tiempo de celebrar.
Tiempo de soñar
y tiempo para amar.
Tiempo de reír,
tiempo de gozar.
Tiempo de viajar
y de regresar.

Tiempo que perder
y tiempo perdido.
Tiempo para recordar
y tiempo de olvido.
Tiempo de ceder...
tiempo de envejecer.
Tiempo de dormir
y tiempo de morir.

Tiempo de eternidad,
de inmortalidad.
Tiempo de memoria
y tiempo de gloria.

5 comentarios:

Javier Primo Pavo dijo...

Hermoso lo que puede inspirar un parking de hospital. Besos.

Luis dijo...

Que se reducen a dos tiempos, la vida y tu; tiempo de nacer y tiempo de aprender.
Aprender a comer, a andar, a jugar, a ganar y perder, caer y levantarte.... Aprender a madurar, a envejecer. Y condicionado a "¿que aprendes? y ¿de quien?.
----Respondelo y mide si aprovechas tus tiempos

Anónimo dijo...

Con la pérdida de la tita Inés se cierra un capítulo en la vida de una familia. Ella ha sido la última en dejarnos de todos sus hermanos: María, Javier, Andrés, Juan Antonio, Eduardo, Aurelio y Carmen. Todos ellos, hombres y mujeres noble, trabajadores y honrados.

Tuvieron el don de la longevidad y por tal motivo no se perdieron ningunos de los acontecimientos del siglo XX y algunos de lo que llevamos del XXI. Vivieron y sufrieron todas las guerras, desde las que se libraban a caballo y con lanza, hasta las sofisticadas guerras tecnológicas actuales.

Seguro que ellos no podrían entender nuestras crisis actuales ni los tan temidos recortes que nos esperan. Ellos partieron de cero y colaboraron, como muchos otros, para que tuviésemos un futuro mejor. Su paso por esta vida, no me cabe la menor duda, ennoblece el género humano.

La tita Inés vivió casi cien años. Si te encontrabas con ella lo primero que te regalaba era una sonrisa. Para ella todos éramos guapos y guapas. Rebosaba felicidad.

Si hubiese que definirla con una sola palabra, esta sería HERMOSURA.

Descanse en Paz.

Un beso, JMD.

Pacuelo dijo...

Tiempo en familia, que como el de amar se merece una preposición diferente. Tiempo en familia como el que pasamos en la comida de celebración de la tita Inés, nunca olvidaremos tu sonrisa y la expresión de felicidad al vernos, descansa en paz.

Carmen dijo...

¡Qué bonico! La frase favorita de la tita Inés. Ni la muerte podrá llevársela, se quedará siempre en nuestros corazones junto con su sonriza, sus abrazos, sus grandes ojos luminosos y junto a todos los buenos momentos que nos regaló.
¡Seguro que estáis todos juntos tan agustico jugando a las cartas y charlando en un lugar mucho mejor que éste!