Mi amiga Ceci no sólo es argentina sino que, además, es como esa música: dulce, encantadora y decidida. Hace gala del mismo carácter firme y de la exquisita cortesía que posee ese maravilloso baile. Sabe llevar y ser llevada sin perderse en otros ritmos ni olvidarse de sus principios. Jamás pisa a otros para imponer su criterio, simplemente marca la senda con pequeños pasos bien asentados. Con su tesón, entrega y sabiduría ofrece margen a la improvisación y a la rectificación. Como buena bailarina, y mejor persona, no es calculadora ni lleva la cuenta de favores, ni de afrentas. Siempre está dispuesta a tomar el relevo cuando es necesario, a apoyar al resto de la compañía, a aprender nuevos movimientos y a enseñar los suyos. Al igual que las letras de las canciones no oculta nada, no engaña ni disimula. Se muestra tal y como es, con toda sinceridad y, al igual que sucede con el tango, le gusta a todo el mundo.
3 comentarios:
No sabria describirla mejor. Precioso Sol.
La vamos a echar mucho de menos.
Yo no sé si es que cuando abro este blog ya me preparo para emocionarme, hasta me he parado más que nunca a desmenuzar este tango tan maravilloso.
Lo mejor y más increible de todo es tener a alguien cerca capaz de describir con tanta delicadeza, cariño, saber y profundidad , es un don, un arte.
Gracias prima.
Pal
Sol, una vez más releo el rinconcito de tu blog que con tanta generosidad me has dedicado, y no dejo de conmoverme. Nunca nadie había escrito algo tan bonito sobre mí...(ex-novios incluidos, y mira que los argentinos son aduladores!!).
Es un verdadero don que posees, el convertir en palabras los sentimientos, y de una forma tan emotiva. Y sobre todo, sé que viniendo de ti es pura sinceridad. Gracias otra vez. El cariño y la admiración, como sabes, es mutuo.
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