domingo, 3 de marzo de 2013

Tránsito

The wheel of Time is rolling for an end, and … the world is, in all great essentials, better, gentler, more forbearing, and more hopeful, as it rolls! Charles Dickens. (La rueda del Tiempo rueda hacia un final, y... el mundo es, en esencia, mejor, más gentil, más tolerante y más esperanzador, según rueda.)

La muerte está envuelta en misterio. Es un concepto inquietante que supone romper definitivamente con todo lo conocido hasta entonces. Es  inevitable e imprevisible, da miedo, está presente en las pesadillas y los temores de muchos. Es la protagonista de un sinfín de especulaciones que buscan avivar o aliviar ese temor. Es tan real como la vida y, sin embargo, provoca la impresión contraria. Es un futuro lejano con muchos planes entre medias. No se cuenta con ella, antes hay que llevar a cabo todo tipo de proyectos. Su llegada inesperada supone dejar un libro a medias, una tarea sin terminar. Se la tiene presente, sí, pero arrinconada en una nebulosa, casi como si se tratase de una leyenda, y se la envuelve en ella.

¿Qué hay después? ¿Quién sabe? Es un gran enigma, un futuro muy diferente en función de la cultura y las creencias. Está la ilusión de nacer a una vida nueva tras reencarnarse en otro ser y esa perspectiva puede hacerles sobrellevar a algunos una vida miserable. Los hay que buscan alivio en la existencia de un mundo paralelo e invisible, poblado de espíritus que vagan por los lugares a los que estuvieron apegados en vida y que les permiten mantener un leve contacto con su vida previa, aunque sea a través de los sueños. Al soñar con los que ya no están se recupera la cercanía con ellos, incluso se puede sentir su tacto y escuchar su voz. Aunque sea sólo un sueño, en la mente queda registrado como una vivencia más que reconforta y se atesora dentro de los recuerdos. En la mayoría de las religiones se comparte la ilusión del paraíso. El esperar un reencuentro con los seres queridos supone un gran consuelo para los creyentes, así como el asumir que, mientras tanto, se hallan en un lugar mejor, un paraje lleno de luz en el que sólo se conocen la bondad y la felicidad. Como idea es preciosa.

Me la imagino serena, de una oscuridad profunda, una noche sin estrellas. Un sueño en el que uno cae sin darse cuenta y no se despierta. Es la nada y la paz más absoluta, sin conciencia que la altere. Es perder el contacto con la realidad, saltar al abismo para desvanecerse en él sin remedio, vaciarse de golpe, y dejar sólo una efigie que se desintegrará lentamente. La vida que se vacía pasa a formar parte de los recuerdos de otros, que recrean a través de ellos a aquel que ha desaparecido. Son recuerdos dolorosos al principio, impregnados de la emoción de la pérdida, pero que el tiempo dulcifica a base de pequeños detalles hasta convertirlos en una añoranza que no se desea olvidar para que no deje de existir.

Otra cita para terminar, creo que de Voltaire: ”Cuando nacemos, nosotros lloramos y los demás ríen. Vive la vida de tal modo que cuando mueras, los otros lloren y tú rías.” (¿Sería posible que los demás también riesen, felices por haberte conocido?)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Maravillosa descripción. Siempre nos gusta saber tu inteligente interpretación de las cosas. Somos de los que creemos en el paraíso, antes y después de ella y también en que la conclusión no será una broma macabra. Y&G

Anónimo dijo...

Hasta hace algunos años no necesitaba imaginar como sería el fin de mi existencia porque otros ya la habían imaginado por mí no dejando abierta otra puerta para el “tránsito”, que no fuese la del infierno o la del paraíso.

Tu gran imaginación a la hora de describir el último viaje es tan extraordinaria como delicada, tan sutil como contundente, es tan profunda que se despeja en el infinito y se adivina un placentero sueño interminable sin apeaderos ni peajes. Yo me quedo con “Es perder el contacto con la realidad, saltar al abismo para desvanecerse en él sin remedio, vaciarse de golpe……………….”

Para quitarle hierro al asunto te diré que sí es posible que los demás se rían felices por haberte conocido. Hace unos días me reí a pierna suelta viendo en televisión un recopilatorio de los mejores momentos del inigualable humorista Gila.

Felicidades para la autora, es una entrada extraordinaria.

Un beso, JMD.