martes, 7 de agosto de 2012

El "Hermano"

"Baby crying" Mabel Lucy Atwell
Mis primeros recuerdos del hermano se remontan a las primeras horas de una tarde de Agosto, a la puerta de la capilla donde se había celebrado su bautizo, mientras Madrid, con nosotros en ella, se asaba bajo una ola de intenso calor.  Ese mismo día se celebró el bautizo de mi primo, con el que el hermano se lleva lo que nunca recuerdo si son 3 ó 4 días. Los dos bebés iban vestidos con unos largos faldones de acristianar, capas y capas de enaguas y tela en los que los bautizados debían de estar casi febriles, si no medio muertos por la cocción.

Pasar por semejante trauma con apenas una semana de vida no le debió hacer ni chispa de gracia al hermano. A partir de ese momento decidió protestar, y a eso se dedicó con empeño durante sus primeros años. Lo recuerdo entre llantos y continuas llamadas a su "memé", enfundado en un pijama rojo y metido en la cuna de barrotes de madera del cuarto del fondo de Zaragoza. Siempre con la boca abierta, por la que se asomaban sus dientecillos de leche, ya rotos. Razón para llorar no le faltaba porque el pobre crío ni dormía ni respiraba, creo que se oxigenaba con los sollozos. Gracias al eminente alumno de Medicina, amigo de mis padres, que ejercía de médico en nuestra infancia maña, con la Pediatría suspensa, el chiquillo estuvo así hasta que nos mudamos a Valladolid. La nueva ciudad le supuso pasar por el quirófano para una cirugía de adenoides que transcurrió en medio de gritos de "¡Que no quiero que me coman!" motivados cuando el pobrecillo vio la cuchara (legra) con la que el otorrino le arrancó sus enormes vegetaciones. Otro de los avances médicos de la nueva ciudad fueron unas botas ortopédicas, especiales para pies planos, que empleaba igual que unas de fútbol para patear nuestras sufridas espinillas.

Para cuando el niño llegó, yo ya había descubierto la lectura y me había hecho merecedora del sobrenombre de "tragalibros". Hermanísima no compartía mi afición y se aburría soberanamente conmigo. Buscó un nuevo compañero de juegos que, lógicamente, fue el hermano. Se pasaban horas en su habitación, jugando con los clicks, sobre todo en su versión de indios y vaqueros. Indefectiblemente la lucha pasaba de los muñecos a la realidad cuando hermanísima ganaba, o chinchaba al hermano (a lo que era más aficionada de lo aconsejable). En esa fase de pelea era en la que me tocaba intervenir, a modo de paladín, para defender a la inocente damisela, culpable de la provocación. Si la cosa llegaba hasta mi padre, sabíamos que nos esperaba una canción con "da capo" y percusión.

"Three Boys Fishing" Norman Rockwell
La gran afición del hermano eran los bichos. En su niñez sus preferencias se inclinaban por los insectos, reptiles y anfibios. En Linares acompañaba a mis tíos a sus partidas de caza y pesca y organizaba con sus secuaces excursiones al que llamábamos con gran optimismo "lago Titicaca" (una charca de riego, entre olivos y cultivos de cereal, camino de las canteras) para, con más optimismo aún, tratar de pescar algo en sus aguas con la ayuda de un simple palo. Conseguía hacerse con tritones y culebras que metía en la vieja bañera que mi abuelo, con su habitual visión, había dejado cerca de los columpios y transformado en terrario para él. Tras la experiencia de las culebras alemanas prefirió no correr el riesgo de que el naturalista en ciernes reprodujese el episodio en la Granja, con el previsible deleite de la Baronesa al encontrarse los reptiles en su baño, y optó por facilitarle un hábitat para sus presas. La caza de avispas era otra de sus aficiones, en este caso fomentada y agradecida por todos, y remunerada, sabiamente, por mi abuelo.

Ha sabido hacer de su hobby su trabajo, cosa que muchos le envidian. También ha hecho de la terraza de su casa un punto de reunión en el que rememorar las barbacoas linarenses al lado de los establos (sin caballos aunque casi con la misma gente y el mismo calor). Comparte cumpleaños con la Señora por lo que la celebración será doble.

¡Feliz Cumpleaños Hermano!

9 comentarios:

El tito Paco dijo...

Muchas felicidades. ¡Ésta sí que es una entrada compleja para el psicoanálisis! Divertida e inquietante.

Anónimo dijo...

Felicidades sobrino, pescador insigne, hijo del Sol y del Genio, nieto de Valar, protegido de San Francisco, heredero de las tradiciones de La Granja.
Te quieren Y&G

Anónimo dijo...

Mi sobrino Pacuelo ha heredado algo que siempre ha estado presente en la Granja, en su terraza se respira hospitalidad. Hoy me gustaría comerme un buen solomillo.

Muchas Felicidades, que paséis un buen día. Un beso, tito Pepe.

Rafa-MrMagoo dijo...

Felicidades a los 2!!...

De la suegrámia que puedo decir, lo primero que recuerdo fue su cara al enterarse de que flirteaba con su hijisima (yo, de lo mejorcito del Instituto Fortuny, alumno adelantado y ejemplo a seguir), una cara entre "madre mia lo que me ha tocado!!" y "..esta hijamia esta tonta?", acto seguido me suspendió a ver si me desanimaba, cosa que evidentemente no ha sido posible. Después de este comienzo todo mejoró y hoy disfrutamos de una más que buena relación, de hecho yo la considero mi segunda madre actualmente.Felicidades suegrámia!!

Del cuñadísimo lo primero que recuerdo es su cara al verme en sus dominios, cada vez que mis suegros viajaban a algún sitio yo aprovechaba y me pasaba por su casa de Madrid (omito datos por si pueden surgir problemas de localización) para ver si todo marchaba correctamente y no surgía ningún problema (sin ninguna otra intencionalidad), ya nos empezamos a llevar bien en aquella época,, imagino que él debió ver en mi una especie de hermano/cómplice cosa que no tenía entre tanta chica, me enseñaba sus peces, música, etc... incluso se llegó a venir conmigo en mi primera moto (con arranque accidentado incluido).
Esta relación ha ido mejorando con el tiempo, hasta el punto de que me deleita con insuperables paseos de 30 kms por tierras extremeñas, pero todo lo hace para que conserve mi buena salud y me mantenga en forma. Felicidades cuñadísimo!!!

House dijo...

Mi cuñado es un gran hombre. No por su físico agraciado, atlético y vigoroso, ni por su agilidad mental, ni su talento para divertirse y divertirnos con sus chistes e historias, entre otras muchas virtudes. Lo es porque quiere a su familia y a sus amigos, los respeta y se ocupa de ellos; porque ha sabido hacer de su mayor afición su medio de vida con éxito, el cual comparte con todos ofreciendo su casa y su esfuerzo para reunirnos con cualquier excusa.
Que cumplas muchísimos más y que te siga gustando que nos reunamos para celebrarlo.

Pacuelo dijo...

Muchas gracias a todos. Resulta emocionante leer la entrada de mi hermana mayor y los comentarios de gente a la que tanto quiero. Para mí hoy es un día muy especial, no solo porque es mi cumpleaños, sino principalmente porque tengo la suerte de celebrar esta fecha con mi madre, menudo regalo nada más nacer, ¡un saltamontes! En la celebración se une parte de la familia, unas veces pueden venir más y otras menos, normalmente de quince no baja, cuantos más mejor, es una reunión que me encanta y espero que se repita muchos años más.
Besosss

Anónimo dijo...

Ya veo que con tu talento has encandilado a los peces,bueno y a todos nosotros.Toda la familia ha disfrutado de tu hospitalidad.Has conseguido ser un anfitrión de primera.Espero estar en alguna de las siguientes o celebrarlo donde sea.
Un beso fuerte y sé muy feliz.
Maria.

Märkostren dijo...

Felicidades sobrino, aunque te veo poco, te recuerdo mucho, y es porque a mi también me hubiera gustado vivir de lo que realmente queria. No ha podido ser y ya no será, pero al menos tengo el consuelo de que tu has sabido dar prioridad a lo importante, y para mi, lo importante es vivir y disfrutar.

Un fuerte abrazo.

Carmen dijo...

Sé que voy tarde (para no variar) pero soy la primera en contar el rato tan bueno en casa de mi hermano. Todo riquísimo y la compañía insuperable.
Mi hermana Sol ha contado los hechos tal y como sucedieron. Se le ha olvidado decir que mi hermano "me hacía el favor de jugar conmigo" si recogía. Si no recogía me llevaba unas buenas patadas por tonta. Grumpy siempre me defendía y todavía recuerdo la tensión de encerrarnos en el cuarto mientras el hermanísimo aporreaba la puerta con sus botas. Lo pasábamos muy bien juntos: jugábamos, escuchábamos cuentos en el cuartito de la moqueta verde, me llevaba a coger morera para los gusanos y compartía conmigo esas ganas de guasa y de reirnos hasta cuando nos zurraban. ¡Qué buenos ratos pasamos siempre juntos! Ahora seguimos igual: en su casa, en la mía, en la playa, en casa de mis padres, con las sobrinas...seguimos disfrutando de los momentos familiares al 100%. ¡Feliz cumpleaños ahora y siempre!