Las galletas siempre me recuerdan a Triki, el famoso monstruo de Barrio Sésamo. Junto con Coco y Blas era uno de mis personajes favoritos de aquella serie. Triki me gustaba porque, al igual que a él, me chiflaban las galletas (aunque debo reconocer que no todas). Una de mis meriendas favoritas, cuando íbamos a la casa de mi abuela de Madrid, consistía en un simple sandwich de galletas María rellenas con unas onzas de chocolate de "La Campana". Por entonces ya existían las galletas Príncipe, pero yo las prefería de este modo porque cabía más cantidad de chocolate.
Mi Coco era una marioneta que me encantaba por el simple motivo de que me lo había regalado mi padrino y eso lo convertía en un muñeco especial. Era mi Super-Coco mucho antes de que los guionistas de la serie le otorgasen ese papel. Sus ojos eran unas pelotas de ping pong pintadas que se podían mover, manualmente, y me divertía el cambiárselos de posición. Como era azul, al igual que el monstruoso Triki, en ocasiones compartía con él mis galletas, pensando que le gustarían tanto como a su compañero. No debía de ser así porque me las escupía todas. El personaje de Blas, también en forma de marioneta, fue otro regalo con el que completar nuestro particular Barrio Sésamo. Su inseparable pareja, Epi, le correspondió a hermanísima. Aquel reparto fue de lo más atinado: hermanísima era igual que Epi en muchos aspectos, sobre todo en lo referido a las conversaciones nocturnas. No callaban, ni despiertos, ni dormidos, ni tampoco debajo del agua. Blas, salvo en el color, era idéntico a mí y ambos soportábamos con estoicismo la cruz de nuestro emparejamiento.
La tarta de galletas es un clásico que habría hecho las delicias de Triki. Su principal atractivo para personajes no devora-galletas compulsivos reside en su sencillez y en que, hasta los más pequeños de la casa, pueden ayudar en su elaboración y montaje. Es esperable que los churretes de chocolate salgan de sus manos para formar parte de sus caras y terminar restregados por sus ropas. Hay que tenerlo previsto y vestir a los pinches para la ocasión.
TARTA DE GALLETAS
Ingredientes (4 personas)
3 litros de leche
200 gr azúcar
2 sobres Flanín el Niño (puede ser de otra marca, incluso sobres de cuajada)
200 gr chocolate a la taza Valor (en polvo)
50 gr coñac
40 galletas María (también sale exquisita con las Napolitanas y, al ser cuadradas, el montaje es más sencillo)
200 gr coco rallado. Si este no es un gran favorito, como ocurre en mi caso concreto, se puede sustituir por virutas de chocolate, o incluso cacao puro en polvo.
Elaboración
Hervir 1,5 l de leche. Cuando rompa el hervor añadir el chocolate en polvo y remover hasta que vuelva a hervir. En otro cazo poner 1 l de leche y cuando rompe a hervir se le pone el flanín y se deja cocer 2 minutos, hasta obtener unas natillas.
En un recipiente aparte se mezclan el medio litro de leche restante con el coñac (quemarle el alcohol previamente para que a los niños no se les ponga el ombligo azul, como decía mi abuela) y se remojan las galletas.
Montaje
Se pone una base de galletas, sobre ella una de chocolate, otra de galletas, una de natillas, más galletas y, finalmente, una última capa de chocolate. Se mete en la nevera para que cuaje.
A la hora de servir la tarta se espolvorea con coco rallado por encima (o aún mejor con virutas de chocolate). Este paso se puede hacer ya en el plato, y adecuarlo al gusto del comensal. Para los cumpleaños infantiles también se puede decorar con un dibujo de "Lacasitos" o con fideos de colores.
1 comentario:
¿Y no te da pena tener que rallar a Coco para adornar la tarta?...
Mmmmm así da gusto levantarse, me voy al comedor a ver si pillo una galleta de chocolate "Principe" (a ser posible sin "Leticia", no sea que me de alergia). Que tengas un magnifico "día después de la feria".
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