viernes, 24 de agosto de 2012

Tortillitas gaditanas de camarones

"Cádiz" de Ernest Descals

Hermanísima está en Cádiz con la Señora y el resto de la familísima. Suelen llamarme por teléfono por las tardes para mantenerme informada de los detalles de sus vacaciones. Ayer mi madre me puso el sonido del mar para que me sirviese de desintoxicación del ruido de Madrid. Sentí no poder disfrutarlo en directo, pero aunque se oía algo lejos, con los ojos cerrados y un poco de imaginación, podía hacerme a la idea de lo que sería estar allí. Le agradecí ese detalle.

Recuerdo de Cádiz los paseos por la playa hasta entrar en la ciudad por la Puerta de Tierra. Callejear bajo sus balcones y descubrir sus plazas, que se abrían delante de nosotros de manera casi inesperada, con sus tentadoras terrazas y los bancos bajo la sombra de sus árboles. Recorríamos hasta la última piedra y nos sentábamos en la fresca Alameda de Apodaca, junto a los ficus de los conquistadores, y mirábamos el mar. Cuando nos apetecía y nos entraba hambre, buscábamos un sitio en el que comer pescadito de ese que sólo se encuentra allí. A última hora de la tarde, nos bajábamos a contemplar la larga puesta de sol desde la playa, y nos quedábamos allí hasta que la última luz se ocultaba tras el castillo de San Sebastián. Caminábamos por la playa de la Victoria, seguíamos por la playa de Cortadura, descalzos, con los pies apenas hundidos en el barro blando y suave de la marea al retirarse.

Cádiz son balcones, plazas, playas, mar, amaneceres radiantes y ocasos en llamas. Cádiz son árboles mágicos, fortalezas encantadas que se transforman bajo la luz. Cádiz son sabores del océano en tierra de conquistadores.

Tortillitas gaditanas de camarones

Ingredientes
250 gr. de camarones (idealmente vivitos y coleando, en caso de que no se encuentren, y el que lo haga que informe de dónde los ha sacado, valdrían también congelados)
150 gr. de harina de trigo.
150 gr. de harina de garbanzos (si sólo se usa la de trigo, las tortas se hinchan como buñuelos, en vez de quedar planas y crujientes)
Tres cebolletas, preferiblemente de las rojas.
Un manojo hermoso de perejil bien picado.
500 ml. de agua con gas (para conseguir el característico y aspecto de encaje crujiente que festonea los bordes)
Sal
Aceite de oliva virgen extra, por supuesto de Jaén (para freírlas)

Elaboración
Lavar bien las cebolletas y el perejil y picar en trocitos muy, muy pequeños (brunoise). Reservar.
En un cuenco o bol echar el agua y, a continuación, la harina de trigo y la de garbanzos previamente tamizadas.
Mezclar bien con una varilla o tenedor hasta conseguir una masa homogénea, tendrá que quedar un tanto liquida.
Agregar los camarones, la cebolleta, el perejil y una pizca de sal. Remover todo muy bien para que se impregne con la masa.

Freír
Poner el aceite en la sartén a fuego fuerte.
Cuando el aceite esté bien caliente - casi humeando - freír las tortillitas de una en una: echar una cucharada de masa en el aceite y al poco rato darle la vuelta para que se dore por los dos lados.  Probar a hacer una tortita y corregir con agua o harina la consistencia, en el caso de que fuera necesario.
Depositar las tortillitas en un plato o fuente con papel absorbente para retirar el exceso de aceite.
¡Comer bien calientes!

1 comentario:

Elvis dijo...

Cádiz esta muy lejos de Madrid y sopla un viento de Levante que no hay quien este en la playa..... No lo recomiendo nada! Ay! Y el agua esta helada, que es Atlántico!