miércoles, 24 de octubre de 2012

Nostalgia de infancia

El blog está lleno de recuerdos de infancia. ¿Es un reflejo de añoranza por el pasado? ¿una muestra de que no sé vivir y disfrutar el presente? Seguramente haya algo de lo primero y espero que no mucho de lo segundo. Me gustan todos los momentos, presente, pasado y futuro. El futuro es un proyecto lleno de sueños, el presente es efímero y el pasado está lleno de recuerdos, muchos de ellos irrecuperables. Convertirlos en algo imborrable, traer al presente, aunque sea a través de las palabras, aquellos momentos, consigue hacer revivir de nuevo a sus protagonistas.

Mi añoranza no es por el pasado sino por las personas que formaban parte de él y cuya influencia me ha convertido en lo que soy. En ese sentido siempre vivirán dentro de mí, aunque no pueda cogerles la mano, sentir su piel fresca y suave al besarlas ni oir sus voces salvo en el eco de mi memoria. Es ese eco el que escucho con mayor intensidad al escribir sobre entonces. Crece dentro de mí el pedazo que dejaron en mi interior: la bondad y el sentido de la justicia de mis abuelos, el respeto, la inquietud, la entereza y su enorme presencia que bastaba para llenar el gran salón, la inteligencia, el afán de superación y la discreción de ambos, la generosidad de todos, el ángel de la Baronesa que nos tenía conquistados con su gracia, su ironía y su encanto, la entrega y el inagotable cariño de unos, la vitalidad y el optimismo de mi otros, la lucha por los sueños, la capacidad de disfrutar, de no rendirse ni venirse nunca abajo. Son valores que tengo presentes, que deseo imitar, aunque no siempre tenga éxito o me flaquee la voluntad. Sin embargo, a pesar de los recuerdos, añoro a las personas que me los enseñaron simplemente con su ejemplo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

"Mi añoranza no es por el pasado sino por las personas que formaban parte de él..........."

Entrañable tu entrada. Me ha gustado porque en mi opinión siempre vivimos en el pasado. El presente es el pasado más próximo y el futuro, hoy, es simplemente añoranza.

Un beso, JMD.

Manolo Torres dijo...

Comparto totalmente lo que dices sobre la añoranza del pasado. Quien deja a un lado su pasado y lo olvida, rompe en cierto modo con gran parte de sus raíces. Es bueno tener presente lo que hemos vivido, regodearse en los buenos momentos y recordar los malos, porque somos lo que somos por nuestras vivencias anteriores y por cómo encaramos nuestro presente. Magnífico pensamiento. Saludos, manolo.