He oído que hay estrellas que duermen en el lecho del océano y dejan en él sus sueños. Al caer la noche, la luna se asoma y las reclama. Las estrellas se levantan y emprenden el vuelo de regreso hacia su lugar en el cielo. El agua se queda a oscuras. Si al amanecer no vuelven, el viento las llama. Las olas se elevan en nubes de lluvia y espuma. El horizonte se funde y se alza una red de niebla para capturar estrellas.
El mar recoge su presa. El agua gris se ilumina. Las olas se calman y el cielo se aclara. Las estrellas descansan en su lecho y en el océano se escucha el susurro de sus sueños. Lo sé porque lo he oído. En la orilla, las olas besan la arena y escriben sobre ella con letras de encaje que se deshacen. El sol lee deprisa la huella húmeda de las líneas, retiene cada palabra un instante antes de que la marea las borre.
2 comentarios:
¡Qué bonito!
Vaya!!! Que quietud y qué calma me ha entrado imaginándomelo... Muy bonito.
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