Ayer vi a hermanísima & co. Me tuve que conformar con la imagen de Skype, que dejaba mucho que desear, pero algo es mejor que nada. Ya tenía ganas. Las vacaciones me habían mantenido distraída y han postpuesto la añoranza. La vuelta, sin mi viaje a su casa para verla porque la he echado de menos y necesito pasar un rato con ella, sin nuestra larga conversación diaria por teléfono y sin posibilidad de demorar por más tiempo el tener que aceptar la realidad de que no están aquí, no ha sido plato de gusto.
Si a mí me ha costado asumir su marcha a ella aún le ha costado más adaptarse a su nueva situación. Las condiciones laborales de los americanos dejan claro que la abolición de la esclavitud no es más que una firma en un pedazo de papel. Sale de casa a las 6 am. Conduce una hora de casa al colegio, que se convierte en algo más a la vuelta con el tráfico. Se enfrenta a siete clases diarias, algunas con unos niños tan imposibles que pasarán por la cárcel antes de terminar su escolarización. Con la esperanza de mejorar los resultados académicos de los más melones (una quimera), hay días que añade un par de horas de refuerzo (sin ningún tipo de compensación). Al llegar a casa aún debe dedicarle más tiempo. No hay libros y todo el material lo prepara ella.
El cansancio y el estress no contribuyen al bienestar, y menos aún si se padece de migrañas. Afortunadamente ha dado con unos médicos con los que está muy contenta, aunque personalmente me parezca vergonzoso lo que cobran por "adelantar" las pruebas (la mera sugerencia de hacerlas por vía privada en lugar de por el seguro me resulta poco ética, aquí eso no se permite). En fin, es como funciona la Sanidad americana, cuyo principal fin no es la salud de la población sino el estatus económico de los médicos. Ayer me comentó que ya estaba mejor. También el director se ha dado cuenta de su valía y le ha puesto un profesor de apoyo en las clases del grupo más problemático, lo que la ha descargado un poco.
El ciclón está encantado con su nueva vida y ya se ha camelado a su colegio. La prueba es que le han concedido un diploma como premio a su actitud y a su trabajo. Sobrinísima se niega a quedarse allí, es mi principal aliada. Cuñadísimo está de amo de casa mientras sigue a la espera de sus papeles. No tiene prisa ni deseos de convertirse en víctima de la explotación americana.
Dada la diferencia horaria con Texas, y nuestras respectivas jornadas laborales, nos tendremos que conformar con hablar los fines de semana. El resto de las noticias son indirectas a través de la Señora y lo que le cuenta el Catedrático. Voy a tener que superar mi fobia a los smartphones, me resisto a acabar enganchada a uno de esos aparatos como la mayoría del mundo, y aprender a whatsappear.
2 comentarios:
Me alegro mucho de que Carmen esté mejor en las Américas. Enhorabuena a Carmencita y ánimo a todos que son fuertes y pueden con eso y más (y si no se vuelven con su family de aquí y tan campantes)
Nos alegramos mucho que las cosas vayan mejorando, hay que dar un tiempo para todo, el cambio no es facil para nadie y menos en otro pais con culturas tan diferentes. Los Biedmas te deseamos lo mejor por que eres una mujer de mucha valia, tü vales mucho nena. Animo
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