viernes, 2 de noviembre de 2012

Bizcocho de calabaza

Por estas fechas podría haber puesto una receta de buñuelos, que es lo que corresponde, pero en vista de que encontráis una estupenda y muy detallada en el blog de Apicius, y como me gustaba esta ilustración, finalmente he decidido cambiar lo tradicional por lo importado y escribir un postre de calabaza. En la cultura anglosajona las hay millones, ya que en algo hay que emplear los faroles (Jack O'Lantern) tras la fiesta, aunque la opción del cuárrecano canenero es mi favorita.

Personalmente prefiero los buñuelos, sobre todo los hechos por la Señora, aunque queden desiguales, pero al estar fritos en un buen aceite están riquísimos por sí solos, sin nada más. Los de pastelería no tienen el mismo sabor y me resultan más dulces, pesado y grasientos. Cuando aún vivía con mis padres procuraba andar por la cocina mientras los preparaba y  he de confesarme culpable de que muchos no llegasen ni tan siquiera a pasar por la boquilla de la manga pastelera para su relleno. Incluso la masa, similar a la bechamel de unas croquetas dulces, estaba deliciosa antes de freírla. Solía ofrecerme voluntaria para ejercer de pinche. Había que remover la crema continuamente, hasta que llegaba un punto en que se espesaba de tal modo que era casi imposible progresar, porque la cuchara no avanzaba. Era el momento de incorporar los huevos en caliente, fuera del fuego,  y uno a uno. Luego se enfriaba en la terraza y, lógicamente, era necesario comprobar el progreso (se precisaban varias comprobaciones, como en un buen método científico en el que la repetición del resultado es fundamental). En cuanto a rellenos, me gustan los de crema y chocolate, aunque sólo si éste es negro y un poco amargo (no un pringue dulzón tipo Nocilla). House se decanta por los de nata, así que ambos nos entendemos perfectamente a la hora de repartirlos.

Los bizcochos también los disfruto, aunque últimamente los hago poco. A House no le entusiasman y le gusta aún menos el calor que se genera al encender el horno (salvo que lo que esté dentro sea una paletilla de lechal o un buen pescado). Eso por no hablar de los cacharros que se ensucian durante su elaboración y a los que, salvo en contadas ocasiones, no les salen milagrosas patitas que les hacen meterse espontáneamente en el lavavajillas.

Es curioso lo que sucede con estos bizcochos que llevan fruta o verdura en su composición, aunque no cualquier vegetal es susceptible de ser incluido en este tipo de repostería. En esta preparación, al igual que ocurre con la tarta de zanahoria, la verdura no se nota sino que sirve para que el bizcocho adquiera una textura jugosa. Es una receta versatil, se puede también elaborar con manzana o zanahoria, también cocida y en puré, en lugar de cruda y rallada como suele ser habitual. En el caso de la zanahoria se impone una cobertura de chocolate bien negro y un poco crujiente, para la que simplemente hay que derretir el chocolate en trozos y añadirle un chorrito de nata para poderlo untar sobre la tarta antes de enfriarla.

BIZCOCHO DE CALABAZA

Ingredientes:
500 gr de calabaza limpia
3 huevos
200 gr de azúcar moreno
200 gr de harina
100 ml de leche
100 ml de aceite desahumado
2 sobres dobles de gaseosa (de los que se usan también para los rosquillos y de venta en Mercadona)
1 pizca de sal
Azúcar y canela para espolvorear

Elaboración:
Asar o cocer la calabaza. Este paso se puede hacer incluso en el microondas: Trocear la calabaza. Cocerla 5 minutos a máxima potencia (se puede pelar entonces que resultará mucho más sencillo que en crudo). Removerla bien y programar otros 5 minutos más. Templar sobre un colador para  que escurra todo el jugo.
Triturar la calabaza junto con el azúcar hasta obtener una crema.
Añadirle el aceite, la leche, los huevos y la pizca de sal y batir todo de nuevo.
Tamizar la harina junto con los sobres de gaseosa e incorporarlos a la mezcla.

Cocción:
Verter la masa en un molde engrasado y enharinado, o en uno antiadherente de silicona. Espolvorear generosamente la superficie con azúcar y un poco de canela molida (que formará una costra crujiente sobre el bizcocho).
Precalentar el horno y cocer a 180º de 30 a 40 minutos (pinchar para comprobar si está hecho)

2 comentarios:

Comas dijo...

Por el Levante español, se mete una calabaza entera, a la que previamente se le ha quitado el tallo y se le han vaciado las pepitas , en el horno con varias cucharadas de azucar, canela abundnte y una pizca de clavo, durante un par de horas, y está deliciosa. Yo a veces la hago en el micro, pero no es lo mismo....

Bea dijo...

¡Qué bien me viene poder acudir a tu blog para inspirarme con recetas! Porque desde que vivo fuera tengo que ensar cada día qué hacer, y eso que comparto todo con una amiga y gracias a eso es la mitad de trabajo...
Espero verte en navidad cuando vaya a Madrid. Hasta entonces echaré un ojo por aquí ara ver cómo te va.
Un beso muy fuerte.
Bea H.