miércoles, 26 de marzo de 2014

Quejas baldías

Hay quien emplea una cantidad ingente de energía en elaborar hipótesis que no llevan a ningún lado. Es curioso que esas conjeturas no suelen tener nunca un punto de vista optimista y mucho menos práctico. Ante una queja conocida y discutida de forma reiterada no se ofrecen soluciones sino que lo que desencadena es una reacción de protestas enfervorizadas que cargan aún más el ambiente de descontento generalizado

En lo que se refiere a las quejas anticipadas, no comprendo el placer que encuentra la gente en sufrir antes de lo necesario. ¿Qué atractivo ofrece el papel de víctima para que haya tantos que lo busquen? Por mí es un rol que puede permanecer perdido. Con mucha frecuencia hay protestas ante la falta de tiempo para terminar un encargo que, paradójicamente, sólo disminuyen el tiempo útil para realizar la tarea en cuestión. ¿No es mejor empezar con buena disposición y seguir en ese plan hasta ver cómo va y cómo acaba todo? En muchos casos el resultado es sorprendente. Cuando va rodado incluso se disfruta de los momentos que sobran. Otras veces las cosas se tuercen y ni con la mejor voluntad se enderezan. Eso sí, con quejas no se arreglan, al contrario, sólo se estropean más. No afectan sólo al trabajo sino al humor. Esto hace que la situación se tense y se convierta incluso en desagradable.

Encenderse al elucubrar, especialmente cuando no va a quedar más remedio que resignarse, es perder el tiempo. Lo único que añade a la situación es un berrinche que no contribuye a mejorarla.

4 comentarios:

Manuel Márquez dijo...

Hola, Sol, buenos días. El de la queja y la protesta, contra todo y contra todos (porque hay que ver lo malo que es todo el mundo, y lo mal que lo hace todo todo el mundo, excepto yo, que soy muy bueno y que lo hago todo muy bien...) es un deporte muy español, y no sé si, yendo más allá, será deporte también extendido en cualquier otro país, con lo cual entraría ya en el territorio de la pura y dura condición humana. Sabias las palabras esas que hablan de la paja en el ojo ajeno y la viga en el propio, y que procuro recordar cada vez que me invade un ataque (que sí, que a mí también me dan, que soy tan humano como cualquiera, faltaría...) de 'malismo universal'. En fin...

Un abrazo y buen día.

Elvis dijo...

Una compañera mía de promoción se pasó muchos años rezando y rezando para que no le cayeran algunos temas que no se sabía. Alguien le terminó diciendo que si empleara ese tiempo en estudiar quizá terminaba sabiéndose todo el temario....

María José dijo...

Es la eterna dicotomía de la aptitud y la actitud. Al final, para resultar eficaz en cualquier cosa, las dos tienen que ir unidas. Si no, no hay forma.

Carmen dijo...

Madre mía!!!!A más de uno me gustaría verlo aquí en USA trabajando unas diez u once horas al día por una mierda de sueldo. Sería muy bueno para todos los españoles que se vinieran a trabajar unos meses en estas condiciones inhumanas para que apreciaran las ventajas de un sistema que tendrá algunas carencias pero que se preocupa mucho más por los ciudadanos que este.