Pese a contar con semejante lema, los Scouts son niños y no ángeles. Sin supervisión adulta, rara vez los jefes absolutos tienen más de 20 años, se forman pandillas, surgen divisiones según afinidades, piques, rencillas y envidias menos sanas de lo que sería deseable. No obstante también hay disciplina, tareas que precisan de la colaboración de todos y que obligan a dejar atrás cuestiones personales. Poco a poco se aprende a convivir, a verse en los ojos de otros, a soportarse a pesar del cansancio y las incomodidades. Se viven éxitos y frustraciones y se adquiere independencia. Cuando uno se harta de sus compañeros opta por ir por libre, gana seguridad, aprende a ser uno mismo y a estar satisfecho con ello, a no guiarse por la opinión de otros sin antes sopesar la propia. No hay que olvidar que también se descubre que dormir en el suelo de una tienda de campaña, con una letrina por baño, excavada al otro lado del río, es algo a evitar per secula seculorum.
"Me pregunto si las estrellas se iluminan con el fin de que cada uno pueda encontrar la suya." El Principito.
martes, 8 de julio de 2014
Scouts y buena acción
Pese a contar con semejante lema, los Scouts son niños y no ángeles. Sin supervisión adulta, rara vez los jefes absolutos tienen más de 20 años, se forman pandillas, surgen divisiones según afinidades, piques, rencillas y envidias menos sanas de lo que sería deseable. No obstante también hay disciplina, tareas que precisan de la colaboración de todos y que obligan a dejar atrás cuestiones personales. Poco a poco se aprende a convivir, a verse en los ojos de otros, a soportarse a pesar del cansancio y las incomodidades. Se viven éxitos y frustraciones y se adquiere independencia. Cuando uno se harta de sus compañeros opta por ir por libre, gana seguridad, aprende a ser uno mismo y a estar satisfecho con ello, a no guiarse por la opinión de otros sin antes sopesar la propia. No hay que olvidar que también se descubre que dormir en el suelo de una tienda de campaña, con una letrina por baño, excavada al otro lado del río, es algo a evitar per secula seculorum.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Es un poco como la vuelta a la horda, ¿no? Yo creo que al ser humano le viene bien recordar de vez en cuando de dónde viene y desprenderse de todos los lastres de los que le ha dotado la llamada "civilización". Conocer los propios límites es la única forma de imponerse a uno mismo la tarea de superarlos. Como todas tus entradas, invita a la reflexión.
Un beso.
Publicar un comentario