Este año el Dr. House y yo nos llevamos la cámara de fotos a Ginebra y, como habéis podido comprobar en el blog, incluso ¡la usamos! Últimamente ni siquiera nos molestábamos en meterla en la maleta ya que, lo habitual, era que se quedará allí. En nuestros primeros viajes, cargábamos con el aparato que, por aquel entonces no era la miniatura actual sino una cámara reflex en condiciones, marca Nikon, que pesaba la suyo. El armatoste se pasaba las vacaciones en mi bolso, sin cumplir ningún función más que la de fastidiarme el hombro. Después compramos una Ixxus, con la intención de darle algo más de uso, y que salió aún menos del bolso que la Nikon. Al pesar menos ni tan siquiera nos acordábamos de que la teníamos. Progresivamente, del bolso se instaló en la maleta, metida en alguno de los bolsillos laterales para que no molestase demasiado, hasta que terminamos por dejarla en casa. Después aparecieron las cámaras digitales. Según llegaban al escritorio de mi marido, tomaban posesión de uno de los cajones, y allí permanecían.
¿Cámaras en los móviles? ¿Qué es un móvil? ¡Ah! Se trata de ese chisme que llevo apagado en el bolso para las emergencias. Es cierto que tiene cámara, le hice una foto una vez a mis sobrinas. Fue al poco de comprarlo y, de eso hace tanto tiempo que, incluso a ellas mismas, les cuesta reconocerse. Después se me cayó al lavabo lleno de agua y la pantalla no ha vuelto a mostrar imágenes hasta hace poco. Supongo que la cámara también debe de funcionar, aunque no lo he comprobado. ¿El móvil del Dr. House? Sí, también tiene cámara. La probamos conmigo de modelo y, después de ver el resultado, no hemos vuelto a hacer ningún otro ensayo. En su caso el teléfono está encendido, pero nunca jamás lo lleva encima, sino que hace compañía a las cámaras en su escritorio.
Por fin este año, la máquina no sólo se vino con nosotros de vacaciones sino que, sus fotos han terminado expuestas en el blog. A base de ilustrar las entradas ahora tardo más en buscar las láminas adecuadas que en escribir mis tonterías. Ha llegado hasta tal punto que mi carpeta personal de imágenes del ordenador, que estaba sin estrenar, tiene ahora cinco subcarpetas en las que he clasificado las ilustraciones por temas para darles uso. Portadas del Saturday Evening Post de Norman Rockwell y Leyendecker, pin-ups de Gil Elvgren, dibujos de Willcox-Smith, cuadros de galerías y museos, entre muchos otros, forman parte de mi archivo que se ha convertido en una muestra más de mi carente sentido de la medida. Está claro que, en mis asuntos todo es, "o calvo o con tres pelucas".
2 comentarios:
Joba, y con esa camara tan maravillosa y ese Dr House manejandola, no seria posible el post sobre recogidos rapidos, peinados faciles para pelos largos y medianos? .Maria.
¡A ver quién convence a House de que actúe de fotógrafo mientras hago peinaditos! Tendré que hacerlo con mi hermanísima, que seguro que se presta. Pero lo tengo muy en mente y pienso con frecuencia en cuales son los más rápidos, favorecedores, elegantes y lucidos para ponerlos. Intentaré apañarlo en el puente.
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