Además de aquel pan, mi abuela preparaba unas gachas dulces y la tita Li continúa con la tradición. La matalahúga le aporta su regusto anisado a la harina tostada. Ese saborcillo, junto con la textura cremosa del plato, como una bechamel dulce, hace que se coman sin sentir, casi como unas natillas. Son adictivas. Otras gachas son harinosas, densas y pesadas, una papilla que nada tiene que ver con las de mi tía. Tras probarlas, he llegado a la conclusión de que sólo me gustan estas.
GACHAS DE MATALAHÚGA
-1 litro Leche.
-1/4 Aceite de oliva virgen extra.
-Pan (del día anterior).
-100 gr. Harina de trigo.
-250 gr. Azúcar.
-1 cucharada de café de Matalahúga (Anís verde).
Elaboración:
Cortar el pan en cuadraditos y freírlo en una sartén con el aceite de oliva virgen extra a fuego suave, añadir la harina y tostarla ligeramente. Incorporamos la leche, la matalahúga y el azúcar. Mover enérgicamente hasta conseguir que espese. Vaciar sobre cazuelitas individuales ligeramente engrasadas en aceite de oliva virgen extra.
Para el que no se anime con las gachas, aquí va la receta de un bizcocho.
BIZCOCHO DE MATALAHÚGA (sin huevo)
Ingredientes
3/4 de taza de aceite de oliva virgen extra
1 taza de leche
3/4 de taza de azúcar moreno
1 y 1/2 taza de harina fina de repostería
1 cucharadita de matalahúga o anís en grano
1 sobre de levadura Royal
1 cucharadita de canela molida
Elaboración
Se mezcla todo y se vierte en un molde de unos 20 cms de diámetro, previamente untado con aceite de oliva.
Se cuece en el horno a 180º, con ventilador, durante aproximadamente 40 minutos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario