jueves, 21 de junio de 2012

¡FELICIDADES OSQUITAR!

Mi sobrino Osquitar es un cielo. Es uno de esos niños buenos por naturaleza. Extremadamente listo, pese a cumplir nada más que 6 años, ya sabe cómo debe de comportarse y es en extremo responsable. Le encanta leer. Se puede pasar horas tranquilo enfrascado en su libro. Le gustaba incluso cuando era tan pequeño que aún no había aprendido las letras. Con su gran memoria, era capaz de recordar, palabra por palabra, las historias que le contaban sus padres. Bastaba con una simple lectura. Más tarde, incluso semanas después, cogía el libro por su cuenta y mientras pasaba las páginas del cuento en cuestión repetía las frases en voz alta, ¡sin equivocarse en ninguna!

Siempre ha hecho gala de su curiosidad por los detalles. Cuando empezó a ir al colegio, recogía las hojas caídas que encontraba  por el camino y las clasificaba cuidadosamente para ponerlas en una colección. No es lo único que organiza. Ya sabe perfectamente cómo debe celebrarse un cumpleaños, incluso el de su madre: además de la tarta es imprescindible la piñata (y repartir con todos las chuches correspondientes). Comprueba que los mayores tengan champán para brindar, y que él y su hermana dispongan de algún sucedáneo azucarado y con burbujas para hacer lo propio.

Adora a sus padres y desea que se sientan orgullosos de él. Como el Capitán es cinturón negro, quiso imitarle y empezó a dar clases de kárate. El día anterior a las exhibiciones le preocupa la posibilidad de equivocarse y de dejar en mal lugar a sus compañeros. Como recompensa a su esfuerzo, es el merecidísimo campeón de la carrera de los chupetines. Se ha graduado de Educación Infantil con el Premio al más trabajador.

Además de su increíble madurez y su sentido de la responsabilidad, es guapo, cariñoso y atento. Nunca se escaquea de los saludos y besa a todos sin poner nunca un mal gesto. Debe de pensar que con la guerra que da su preciosa hermana basta y sobra para toda su familia.

¡MUCHÍSIMAS FELICIDADES OSQUITAR!

5 comentarios:

El tito Paco dijo...

Muchas felicidades, Óscar. Me alegro de que Grumpy tenga tan buena opinión, que comparto. Como va a ser una semana de celebraciones, tendré ocasión de darte un abrazo. En esta femilia de besucones, es un rasgo distintivo.

Anónimo dijo...

Es como dices. Especiado día a día por unos padres maravillosos.
Vamos a ver Oscar, como me explicas que teniendo solo 6 años te queramos tanto, es que no lo entendemos.
Que pases y paséis un día muy feliz.
Y&G

Pacuelo dijo...

Recuerdo el día que Óscar vino a su primera barbacoa en mi casa. Tengo un tronco de Brasil que estaba en una esquina de la terraza en aquella celebración. Se levantó algo de viento y la planta se meneaba más de la cuenta. Aquel día, todo el sufrimiento del chiquillo venía por cuidar dicha planta, a la que abrazaba y protegía con su pequeño cuerpo. Hasta que no la metí en la casa, no la dejó de vigilar ni un segundo, y con esta anécdota creo que hay poco más que añadir, solo ¡muchas felicidades Óscar, que cumplas muchos más siguiendo tan cariñoso y atento, entre otras virtudes.
Besosss

Oscar dijo...

Vuestras palabras nos llenan de orgullo como padres del cumpleañero. El trabajo diario con los peques es muy duro pero es cierto que Oscar de momento nos facilita mucho la tarea por su forma de ser. Y creo que su hermana María le sigue de cerca.
Por supuesto lo ha leído todo y se le iluminaba la cara con cada línea, no se esperaba tantos comentarios, anécdotas y demás. Incluso ha hecho labores de profesor, explicando a su hermana qué es un blog y quién es Grumpy, nuestra Grumpy.
Queremos incidir en el entrañable entorno familiar que mis hijos disfrutan tanto en Linares como en Madrid lo que sin duda contribuye a forjar su conducta responsable y su cariño hacia los demás.
Hoy Osquitar, gracias a Grumpy y a los que han comentado, ha recibido un regalo muy especial.
Besos.

José Miguel Díaz dijo...

Es el merluzo de los merluzos, el gaznapiro de los gazanapiros, es el mismísimo brother of the soja.
Un abrazo muy grande para Joselito, de su tito Titón