jueves, 28 de junio de 2012

Feliz cumpleaños Tato

Cuando nació mi primo, mis tíos no dudaron a la hora de ponerle el nombre. El motivo que adujeron para su elección final fue que querían que fuese tan guapo como su primo y tan bueno como su tío. Ya por aquel entonces, el nombre escogido era uno de mis favoritos, sin necesidad de pretextos. Claro que las razones esgrimidas tenían su peso en mi parcialidad, y la bondad de nuestro tío influía en gran medida en mi predilección.

El chiquillo fue efectivamente guapo y, en lo referente a bueno, sus travesuras le hicieron digno merecedor del título de "buena" pieza,  aunque no creo que mis tíos hubiesen pretendido incluir en sus designios ningún apellido. En su descargo se puede añadir que también era muy hacendoso. Tanto que, de pequeño, quería ser barrendero. Las escobas, esas de las que yo huía, y con las que la tita Mercedes me perseguía para que dejase el libro y limpiase el pasillo, eran el juguete favorito de mi primo, que incluso llegó a tener una propia, de juguete. Por mí podía barrer todo lo que quisiera, y en un alarde de generosidad, le regalaba también la parte que me correspondía del pasillo para que la cepillase a satisfacción. Indiscutiblemente, la limpieza urbana ejercía un extraño poder sobre él ya que otra de sus profesiones fetiche era la de basurero, por la admiración que le despertaban los camiones de basura. Supongo que su madre no se encontró nunca en la tesitura de tener que pedirle que ordenara su habitación. Si, paradojas del destino, la desordenaba en alguna ocasión, seguro que era para jugar a recogerla de nuevo.

Amos Sewell
Esas vocaciones no eran la única muestra de las ideas peregrinas del niño. En estrecha cooperación con su hermano y su primo se inventaban un montón de historias cómicas que representaban para el resto en las funciones familiares. Un segundo pase era obligado, e incluso un tercero, porque con las carcajadas de todos apenas nos enterábamos de la mitad de los chistes. Perderse el final, por no poder oírlo, era lo habitual.

Su trabajo le ha llevado a conducir grandes vehículos, incluso mayores que los que él tanto admiraba, y a recorrer con ellos distancias que le alejan con frecuencia de su familia. Deseo que esta vez le permitan celebrar su cumpleaños entre los suyos y que, por supuesto, no se olvide de quien manda en su día.

¡MUCHAS FELICIDADES!

1 comentario:

Anónimo dijo...

(a ver si me deja hoy escribir)...Como me ha gustado recordar Groumpy!!! Siempre tan acertada.....parece mentira!
Muchas felicidades Tato Tatito, "el mejor torero que le gusta a la afición" (una estrofa de la canción que le compuso el tito Joseluis)
Espero que disfrutes de esste día aunque ya lo hayas celebrado...y copn suerte, a ver si lo puedes celebrar otra vez.
Mil besazos
Pal