La inspiración es pura magia, sin trucos. Con ella todo es posible y cuando falta se echa de menos una parte vital de uno mismo. Queda un vacío que la realidad no es capaz de rellenar, ni tampoco los recuerdos. A veces se alimenta de arte, otras de sueños, de libros, de mares, montañas, árboles y besos, pero siempre hay un hueco que espera el regreso de su dueño.
¿Quién no se dejaría llevar? Necesito un tintero.
1 comentario:
... yo necesito un lápiz y un pincel. Te comprendo tanto en ese sentimiento del vacio de la inspiración.
Publicar un comentario